ALBERTO F. MENA MALLEN
O tal vez, una sopa de su propio chocolate.
La suspensión indefinida del Plan B de la reforma electoral hizo mella en el ego del presidente de la República.
Y como siempre, atacó sin piedad a sus adversarios.
El ministro ponente Javier Laynez Potisek, fue el encargado de esta decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y le fue como en feria por el veneno inyectado a la opinión pública, en su contra.
Y no hubo que esperar mucho para conocer la opinión del primer mandatario al señalar que el máximo Tribunal es parte de la “mafia del poder” y sus integrantes, partidarios de la oligarquía y no de la democracia, “su dios es el dinero” al no querer disminuirse el salario que es mayor al del presidente de la República. Sabe que sus argumentos son propaganda y que no son totalmente ciertos, ya que el salario de los integrantes del INE no es todo lo que se afectará con el citado plan de YSQ.
Con sus mentiras, con palabras de rencor y que dividen a los mexicanos, el tabasqueño cava también con sus berrinches su propia derrota, ya que, sin medir las consecuencias, genera animadversión de los ministros de la corte y de los ciudadanos, que lo contravinieron, al participar en dos marchas que mostraron el rumbo al poder judicial para que actúen en contra de la pretensión presidencial y morenista de cambiar la ruta de la democracia mexicana por un totalitarismo de antaño.
No importó que su propuesta sea anticonstitucional, tampoco que viole leyes y pase por encima del poder legislativo, pero como no le importan las leyes y es muy necio, buscará otro camino -el plan C-, peor al que fue desechado porque no va con la pluralidad. No se derrotará fácilmente y continuará con sus ataques en contra de sus adversarios para hacer mella en su credibilidad ante la sociedad, principalmente entre sus seguidores, que ya toman a pie juntillas sus palabras para atacar de igual forma a quienes no están de acuerdo con él.
Pero no informa de sus pretensiones, de querer controlar las elecciones para evitar que la 4T salga de puntitas el próximo 2 de junio de 2024 o que tenga en mente anunciar un fraude en su contra para generar conflictos y violencia en el territorio nacional, para lo que, renunciará a su puesto -se dice insistentemente-, para ser el coordinador de campaña de una de sus corcholatas, -Claudia Sheinbaum-, con lo que busca atraer más votos, que tal vez no llegarán porque a maltratado a más de medio país, ya sea con sus acciones y más con sus agudas palabras inyectadas de ponzoña.
Desgraciadamente, no es fácil quitarlo de la silla presidencial, por lo que continuaremos viendo y escuchando más injurias, más mentiras, más necedad, con tal de no perder las elecciones estatales del Estado de México y Coahuila y las presidenciales del próximo año, donde se jugará todo por el todo y utilizará todas sus mañas como el fraude, o el uso de los recursos públicos para evitar que no se le impida un Maximato de su 4T.
Los ciudadanos no queremos que el país se incendie porque él quiere seguir en el poder a como dé lugar, o para quedar como un precursor de un sistema político que quiere implementar en el país y que nadie entiende y menos lo explican, y como dice un analista, busca que seamos como Argentina, donde la economía anda por los suelos, y no como Cuba o Venezuela, porque ni los mexicanos ni Estados Unidos lo permitirán.
“Lo que siembras, cosecharás”, dice un refrán mexicano y el tabasqueño ha sembrado división, encono, corrupción, impunidad y mucha violencia que quiere atacar con abrazos, pero no con realidades que se necesitan para dejar de violentar la vida de las familias mexicanas que, todos los días, anda con el Jesús en la boca por los enfrentamientos entre los grupos delincuenciales en muchas partes del territorio nacional.
Aunque el propio YSQ repita y repita que vamos muy bien y que toda va viento en popa, las redes sociales y las noticias transmitidas por los medios de comunicación dan cuenta de lo contrario, incluso hay videos y audios, que señalan cómo los integrantes de Morena muestran el desinterés hacia los mexicanos que no comulgan con su ideología y que quieren el poder para apoyar a los pobres, los que han crecido en millones desde que llegó la 4T.
Cada día acumula muchas frases repetitivas que son más mentiras que verdades, las que se tragan sus seguidores y lo que se ve en redes sociales cuando repiten lo mismo que su mentor a quien agradecen sus apoyos económicos que de poco sirven ante una inflación que no ha disminuido lo suficiente para evitar que los salarios no alcancen para pagar la canasta básica.
Hay voces del extranjero que señalan que señalan la preocupación porque López Obrador es una figura que destaca por sus actitudes negativas hacia muchos sectores de la población, como las mujeres, las clases medias, y el no querer atacar de frente a los delincuentes, que ya se apropiaron de muchas regiones del país, lo que causa temor entre la población, ya que podemos tener a presidentes municipales o gobernadores designados por los narcos.
Estos temas aumentan significativamente en todos los medios de comunicación y redes sociales, lo que provoca ya algún miedo entre los mexicanos, porque no hay certidumbre de que las elecciones se puedan llevar en paz, ante la creencia de que el presidente no quiere dejar el poder, por lo que hará todo lo que tenga en sus manos y en disponibilidad para evitar que los ciudadanos voten en contra de su transformación.
Solo la participación en la defensa de la democracia y de México será lo que impida que un desadaptado presidente de la República siga haciendo de las suyas para su beneficio personal y de su grupo que, al probar las mieles del poder y del dinero, ya no lo quieren dejar.
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