Historias Increíbles en el Tiánguis Turístico 2023 

*Sí, el Celebrado por vez Primera en la Ciudad de México

*El Relato de Cómo un Mapache fue el Guía de una Indocumentada

*Ella Admiraba a Rosario Marín y Buscaba el Sueño Americano

*Y la Maravilla de Doña Anselma al Cuidar a las Abejitas Meliponas

*Y Toda una Cátedra Sobre Tales Insectos y el Riesgo de su Exterminio

SUSANA VEGA LÓPEZ

Más allá de datos, asistencia de funcionarios, cifras y demás, en encuentros como el Tianguis Turístico 2023 realizado por primera vez en la Ciudad de México, se conocen interesantes historias ya sea porque se asiste a una conferencia magistral; porque se presencia una explicación de la extracción de la miel de la abeja melipona; o sencillamente cuando se platica con alguien.

Tal es el caso de Carlos, un joven peruano que llegó a México para asistir a dicho Tianguis Turístico donde conoció la historia de vida de Rosario Marín Espíndola, la primera mexicana en ocupar un cargo importante en los Estados Unidos al ser nombrada tesorera de 2001 a 2003, hecho que le permitió estampar su firma en los billetes verdes y que ahora se dedica a impartir conferencias. Una historia que conmueve a todo el que la escucha.

Carlos comentó que le impactó la mexicana nacida en 1958: “Fue una ponencia muy interesante. Es una historia que se parece a la de mi madre, aunque la de mi madre es más bonita por las vicisitudes enfrentadas; ella decidió ir a los Estados Unidos en busca de una mejor vida, pero como no tenía papeles, es decir, era indocumentada, cruzó la frontera de manera ilegal con todo lo que ello implica”.

Refirió que, a diferencia de Rosario Marín -quien fue llevada por su familia a California a los 14 años de edad- su madre vivió todo el drama que se sufre para pasar la frontera y llegar a los Estados Unidos como indocumentada. Muchos mueren en el camino o en el río porque no aguantan o no saben nadar cuando la corriente los jala.

Aclara que apenas se enteró de lo que tuvo que pasar su mamá, como es el hecho de sobrevivir al realizar un largo camino que la puso al borde de la muerte “pero que, gracias a la Virgen de Guadalupe, puede contarlo, pues le sucedió algo increíble, algo que consideramos un milagro: un animalito, al parecer un mapache, la guió en su camino, le salvó la vida” ¿?

Continúa su plática: “Nos contó que con mucho trabajo pasó a Estados Unidos. El trayecto era incierto y hubo momentos muy difíciles. Luego de caminar por largo tiempo sin alimentos ni agua, sintió desfallecer de cansancio, de hambre y de sed. Creía que moriría, pero fue cuando se le apareció un animalito en el camino que la volteaba a ver como diciéndole que tomara fuerzas, que no se rindiera. Ya era lo único que miraba y mi mamá lo comenzó a seguirlo para no perderse. Dijo que en el lomo se formaba la imagen de la Virgen entre su pelaje y eso la animó a seguir. Desde entonces creo en ella, en la Virgen de Guadalupe. Por eso digo que la historia de mi mamá también es de triunfó”.

MIEL MELIPONA

En una mesita colocada cerca del área de comida yucateca se encuentra Doña Anselma Chalé Euan, una mujer de 72 años de edad que vive en Mérida, uno de los 102 municipios de Yucatán, en la hacienda Xcunyá. Ella es meliponicultora, es decir, se dedica al cuidado de las abejitas meliponas, cuya característica es que no cuentan con aguijón, pero lo mejor es que a su miel se le atribuyen propiedades curativas para los ojos, la carnosidad, para el sistema inmune, para el corazón y para mejorar la presión.

“La abejita melipona beecheii es ancestral, la conocían nuestros abuelos, tiene más de dos mil años”, afirma y señala que las abejitas viven en troncos, pero con la tala se están acabando, “por lo que nosotras hacemos cajitas de madera para que ellas entren a depositar su miel”.

Doña Anselma explica los beneficios de la miel y el proceso para sacar este líquido tan preciado, ante un grupo de curiosos que caminan por los estands del Tianguis Turístico y que se detienen para escuchar acerca de la melipona.

“Ya no debemos seguir cortando esos árboles que crecen 13 años para la floración de ellas porque ellas (las abejitas) son muy selectivas en cuanto a su néctar pues su miel tiene usos medicinales”, implora y pide que se extienda este mensaje.

La recolección de miel se hace con jeringa de la pequeña vasija de cera que la misma abeja hace para depositar la miel y cuando pasa un año, “verificamos si ya está la maduración para primavera y podemos quitar un 50 por ciento y 50 lo dejamos para que, como están en peligro de extinción, sigan viviendo. De su polen no le quitamos mucho, sólo poquito para que sobrevivan todo el año.

“Yucatán, ya sabe, es caluroso y cambia drásticamente por el cambio climático. Para nosotros esto es sagrado porque va junto con todo; con las plantas, con el maíz y polinización de la calabaza para que tengamos para comer”.

Doña Anselma se siente bendecida con la madre tierra, el canto de los pajaritos y el florecer de las plantas que dan ese rico néctar para sus abejas.

“Ellas están en diversas plantas, por ejemplo, en una planta relajante, en una planta para las personas que padecen asma, también van a plantas que cicatrizan heridas para agarrar su néctar de allí… sus propiedades son muchísimas y su misma miel en sí ayuda a regenerar el tejido del cáncer”.

Por ejemplo, asegura, la miel de melipona combate enfermedades como asma, anemia, bronquitis, faringitis, laringitis, sinusitis, úlceras gástricas, problemas de tiroides, del hígado, además de disminuir la fatiga, entre otros beneficios.

Anselma es médica herbolaria, “así me digo porque soy mujer, pero en maya soy ts’ats’aak o tsʼaakik, que es curar dolencias porque soy un estrimento (objeto) del Creador y entonces yo doy lo mejor de mí”.

Recuerda que al principio, luego de que se casó, comenzó a utilizar la herbolaria. “Al principio no creían en mi porque pensaban que yo si doy planta herbolaria que se va a morir alguien, entonces, le dije a mi esposo, pues yo me lo voy a tomar y un día me dijo ‘te vas a matar solita con tantas plantas que tomas’, pero le dije que no son al mismo tiempo porque hago mis tés con hojas.”

La planta medicinal se empieza a tomar -depende de lo que tenga la persona- del retoño, de las hojas, de la corteza, de la raíz, de las semillas. Sólo hay que ver cuánto tiempo puede dársele a la persona.

Continúa: “Mi conocimiento es ancestral, lo traigo desde niña, con mis abuelos, con mis papás; gente maya. Yo hablo maya. En mi comunidad somos como mil habitantes. A la vez está cerca de Mérida, a la vez, lejos. Tienes un desvío para poder entrar. Nosotros luchamos contra las fumigaciones y la deforestación. Tenemos un jardín amplio para ellas, donde sembramos.

“Yo observo mucho la naturaleza. Mi jardín está entre flores y plantas silvestres que son del estado de Yucatán. Yo voy a los montes para traer la medicina, para traer las plantas y domesticarlas dentro de casa porque también están acabando con ellas. Hay que rescatarlas para que no se extingan porque son parte fundamental para nuestro ecosistema.

“No olvidemos que del maíz viene la tortilla, del frijol viene nuestro sustento y también de la miel, de todo lo del aire que respiramos, por eso hay que cuidar”.

Estas y otras historias se contaron en el andar por los pasillos del Tianguis Turístico 2023.

 

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