Se Acabó el Dinero

Yo Campesino

Si no hay Fondos, hay que Reponerlos, Ordenó el Ganso; Recurren a más Deuda, Cara

Miguel A. Rocha Valencia

Resulta incongruente el festejo del mesías tropical por el dinero que entra de los mexicanos que huyen del país a ritmo acelerado y que repunte el precio del petróleo, cuando las posibles utilidades se van a pago de los más altos réditos que contrata deuda que luego pagamos del presupuesto mientras la deuda pública se incrementa a niveles de riesgo. En los cuatro años del ganso pasó de 10.5 billones a 14.1 billones, es decir 3.6 billones de dólares, esto es 36 por ciento más.

Y presume de un peso “fuerte” y control de inflación, pero no por políticas adoptadas por su gobierno y que sin embargo, secan la economía con el encarecimiento del peso por las altas tasas de interés que están por arriba del 20 por ciento, y se contiene la carestía a un costo que para este año podría pasar de los 550 mil millones de pesos con cargo a no ingresos presupuestales derivados de IEPS en combustibles.

Pero vayamos por partes. Si bien es cierto que las remesas aumentaron hasta alcanzar el récord de 58 mil 500 millones de dólares, con lo cual se da aire a las reservas que alcanzan 200 mil millones de dólares, también es verdad que eso se debe a que cada vez más mexicanos se van a Estados Unidos ya que de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de aquel país, el éxodo legal e ilegal de connacionales se incrementó en 13.3 por ciento.

Tan sólo en el caso de detenciones de ilegales se pasó de 706 mil 644 mexicanos en 2021, en 2022 se registraron 800 mil 688, hombres, mujeres y niños que cruzaron la frontera sin documentos y fueron repatriados, lo cual significa la cifra más grande de los últimos años. Lo peor es que en niños pasó de dos mil 842 a 30 mil 346.

Las principales causas de esa migración, de acuerdo con el organismo Agenda Migrante, se debe a la falta de oportunidades y hambre en el lugar de origen de los que se van, así como quienes huyen de la violencia armada, pago de piso o amenazas de ser “reclutados” por el crimen.

Pero claro, el profeta de la 4T debe estar feliz pues los expertos pronostican que “gracias” a las condiciones del país, el fenómeno seguirá en aumento, es decir, más mexicanos jóvenes se irán con niveles culturales y profesionales arriba de preparatoria o carreras técnicas y con ello, subirán otra vez las remesas.

Respecto a la apreciación del petróleo sería muy bueno, pero eso se borra con la medida de sostener artificial e infructuosamente niveles bajos de inflación, ya que por un lado la carestía sigue adelante (huevo en 50 pesos kilo) y el subsidio a los combustibles costó el año pasado poco más de 300 mil millones y para este podría superar los 250 mil millones que no entrarán al presupuesto.

Pero, además, nos engañan pues el pago de la deuda de Pemex se endosa a todos los ciudadanos como los 10 mil millones de dólares de este año y la contratación de nuevos créditos que no amortizará la paraestatal sino el presupuesto, como los nuevos dos mil millones de dólares que se colocaron en bonos a la “atractiva” tasa de interés del 10.5 por ciento, con lo cual sólo de entrada ya debemos 45 mil millones más. O sea, Pemex pide y malgasta, pero todos pagamos.

Ese uso indiscriminado del presupuesto donde se incluyen los programas clientelares para comprar votos y simpatías al mandatario más hermoso y aceptado del mundo, así como las “inversiones” donde nadie de la iniciativa privada le entra por su inviabilidad financiera, provocan escasez de dinero “real” y se recurre irresponsablemente al crédito para conseguir recursos.

Pero eso ya está fallando y se nota en la disponibilidad para atender cuestiones como la reconstrucción de vivienda afectada por los sismos, donde de plano se cerró la llave y en el caso de la Ciudad de México se determinó que el INVI se haga cargo de los afectados.

Lo curioso es que esos presupuestos ya existían y ahora se niegan porque “no hay dinero” y la reconstrucción se hará en los tiempos y posibilidades del Instituto de a Vivienda, a pesar de que los propios vecinos desean colaborar para recuperar su casa.

Sucede lo mismo con las becas para estudiantes. El más reciente caso es el de los del IPN a quienes se acusó de no realizar bien sus trámites y ahora se sabe que simplemente no hay recursos como ocurre con otros programas como las pensiones, sembrando vida, donde se evidencia que el Banco del Bienestar carece de los dineros para atenderla demanda. Tanto así que el mismo tlatoani ordenó a su gente que donde no haya recursos, busquen cómo conseguirlos.

Bueno hasta en los pagos de servicios no hay descuentos este año ni por pronto pago. Urgidos de dinero y con la deuda hasta el cuello, el machuchón de Palacio Nacional tendrá que recurrir a nuevos préstamos, pero con las tasas de la FED y Banxico, serán los más caros, si se los dan.

Lo dicho, se acabaron la lana, ya no hay en fideicomisos ni en el Fondo de Estabilización. Ahora sólo queda exprimir a causantes y culpar a los conservadores complotistas. A la mejor por eso está más enojado que de costumbre el ganso.

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