VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN
La llegada de 2023 traerá muchos temas y retos en materia económica, comercial y laboral. Sobre este último destaca uno al que los analistas han llamado la revolución laboral, una transformación que durante muchas décadas no se había visto. Se trata de la legitimación de los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT), cuyo plazo vencerá el próximo mes de mayo.
Si bien la Secretaría del Trabajo ha intentado alentar la participación en el proceso; el número de consultas de legitimación del CCT hasta la fecha, es reducido.
Información de la dependencia indica que aún no se alcanzan 9 mil contratos legitimados, aunque hay más de dos millones que han trabajado en la participación.
A principios de este año, la dependencia estimó que unos 15 mil contratos serán legitimados, de un universo de poco más de medio millón que hay en el país.
Entre las razones que explican el reducido número de consultas de legitimación de los CCT es que la gran mayoría de los contratos colectivos son, de hecho, contratos firmados entre patrones y abogados o dirigentes de federaciones sindicales sin ninguna relación con los trabajadores(as) del centro de trabajo que dicen representar.
En muchos casos, no existe un sindicato activo en el centro de trabajo que inicie y coordine el proceso de votación, por lo que estos CCT difícilmente se someterán a una votación de legitimación.
La STPS estima que, debido al gran número de CCT “simulados”, sólo entre un 10 y un 15 por ciento (es decir, entre 53 mil y 79 mil 500) de los CCT actualmente registrados se someterán al proceso de legitimación.
¿Qué busca la legitimación de los CCT? La intención de las autoridades laborales es asegurar que los trabajadores conozcan el contenido y verificar que están de acuerdo con éstos, lo cual podrán externar a través del voto personal, libre, directo y secreto, compromiso asumido por México en el marco del T-MEC y la reforma laboral de 2019.
De esta manera, se pretende terminar con los llamados contratos de protección personal, generalmente producto de negociaciones “en lo oscurito” o simuladas que eran firmados a espaldas de los trabajadores.
Se estima que 80 por ciento, del aproximadamente medio millón de los contratos que están depositados en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, tienen las características anteriores o bien ya no están vigentes, señala la Secretaría del Trabajo.
Según estimaciones de los especialistas, con la legitimación de los contratos alrededor de 225 mil sindicatos piratas quedarán evidenciados y de facto destruidos, lo que dará pie a la transformación de las relaciones laborales, lo que traería para las empresas nuevas relaciones individuales de trabajo con el reconocimiento de prestaciones superiores a las de la ley.
El papel que jugará la empresa es importante, aunque su rol por ley es mantener las manos fuera del proceso, pues este incumbe únicamente a los trabajadores y son precisamente quienes deben organizarlos.
La revolución laboral se acerca, mayo es el mes clave, empresas y trabajadores deberán buscar una nueva relación armónica. Los patrones no son los “dueños del balón” requieren de la fuerza laboral, sin trabajadores no se puede sacar adelante ningún proyecto, ninguna producción.
En la medida que el trabajador se sienta cómodo en su trabajo, y su empresa lo apoye para que pertenezca a un sindicato, el éxito del negocio estará garantizado. El trabajo debe ser en conjunto, solo de esta manera se puede lograr el éxito laboral.
PARA LA AGENDA
Los ciclos se cumplen, intentar cosas nuevas, enfrentar retos diferentes es una condición sine qua non del ser humano, hemos tomado esa decisión. La presente es la última columna que publicamos, agradecemos a Jesús y a Nidia su apoyo y su confianza. Durante once años hemos estado semanalmente con ustedes. Nuestra etapa ha concluido, nos vamos muy contentos y con el trato que durante ese tiempo recibimos, fue una experiencia muy grata. GRACIAS JESUS, GRACIAS NIDIA.