Lo ha informado la Comisión Nacional de Salud china este miércoles. Las medidas incluyen la limitación de la escala de bloqueo a pisos y edificios individuales, en lugar de distritos y barrios enteros.
Las personas que den positivo en las pruebas del virus podrán aislarse en casa en lugar de en hospitales de campaña y las escuelas en las que no ha habido brotes deberán volver a impartir clases presenciales.
El cambio de rumbo en las normas sanitarias pone fin a los casi tres años de política «Covid cero», en los que el Gobierno de Xi Jinping ha obligado a la población a someterse a repetidos encierros, pruebas PCR a gran escala y largas cuarentenas para extranjeros.
Las protestas han alcanzado una magnitud histórica, que no se veía desde las movilizaciones prodemocráticas de Tiananmen en 1989.