Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Como músicos de pueblo que al alba hacen sonar sus instrumentos durante grandes festividades, los diputados de Morena y sus adláteres, PT y PVEM, darían el albazo para aprobar la iniciativa de reformas a leyes secundarias del sistema electoral mexicano.
Sin vergüenza alguna, porque no la conoce, el coordinador de los guida en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, instruyó a sus ovejas para que estuvieran disponibles para la sesión semi presencial en la que cayó “todo el peso de la ilegalidad” y entregarle al presidente de la República las herramientas que tienen por objeto controlar los procesos electorales de 2023 en el Estado de México y Coahuila, porque hay razones de peso y pesos que podrían mostrar la vulnerabilidad de Morena.
Dato para reflexionar: la iniciativa entregada por la Secretaría de Gobernación en la mañana de ayer, por la tarde comenzó a “socializarse”, es decir, entregarse a los legisladores de todos los partidos, incluidos los de Morena que, como los otros, no conocían el contenido.
Plan con maña y se aplica. ¿Cómo votar lo que se desconoce? Con ignorancia supina.
Controlar, en toda la extensión de la palabra, las elecciones estatales, municipales y federales, debilitando al Instituto Nacional Electoral y mutilando al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al cancelar la Sala Superior.
El salto es inverso al avanzar. El retroceso, criticado amplia y repetidamente por el huésped temporal de Palacio Nacional, llega al clímax cuando la Secretaría de Gobernación ¡otra vez! de asuma el control del Padrón Electoral, la organización de comicios e impida que se toque con el pétalo de una rosa a la cuatroté, desde las instituciones legales.
La mayoría ficticia del partido oficialista, alcanzada con la sobrerrepresentación, ha perdido lo más por lo menos. Ignorar que el INE es una institución respetada por los ciudadanos, aunque sea porque cuentan con la credencial de elector que les permite identificarse para cualquier trámite ante las autoridades, los bancos, las tiendas departamentales etcétera, es colocarse la venda en los ojos y vivir al tacto sin saber que lo que se toca no es lo que se piensa.
Para el señor López será una victoria pírrica. La controversia constitucional asoma desde la madrugada y corresponderá al nuevo o nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mostrar que la Ley es la Ley y se debe aplicar a tirios y troyanos.
Desafortunadamente el proceso judicial es lento. Ahora mismo se observa que no se ha listado la controversia por la ampliación de la presencia militar en las tareas de seguridad. Apenas, la semana pasada se resolvió la correspondiente al acuerdo que permite al presidente de la República ordenar la militarización iniciada abiertamente con la Guardia Nacional y que fue interpuesta hace 30 meses.
Así que, el “ganador” podrá utilizar las armas que le otorgaron las ovejas que pastorea, el próximo año con los comicios de las entidades que tendrán renovación de mandatario.
Y en tanto no sea hecho juzgado, la Corte podrá intervenir. De lo contrario, consummatum est.
A la ciudadanía hay que informarle de las consecuencias de esta mal llamada reforma electoral.
La más importante: la pérdida de la autonomía en procesos electorales y el regreso al pasado controlador de un gobierno centralista.
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