Amnesia Presidencial…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

A 44 días de finalizar el ejercicio de presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar cederá el poder y si la lógica y la meritocracia funcionan, los 11 ministros vivirán momentos aciagos para encontrar al o la sucesora. Saben todos, aquí sin excepción, lo que está en riesgo: la INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL, uno de los TRES PODERES DE LA UNIÓN.

Recordar, no vivir en el y para el pasado, las palabras presidenciales dirigidas en primera instancia a los 4 ministros, tres mujeres y un hombre, que propuso al Senado de la República para llenar las vacantes que se fueron sucediendo en la Corte. 

El 2 de septiembre, en el marco de la revisión para eliminar la prisión preventiva oficiosa, desde Palacio Nacional admitió haberse equivocado.

“Me equivoqué porque, hice propuestas, pero ya una vez que propuse, ya por el cargo o porque cambiaron de parecer ya no están pensando en el proyecto de transformación y en hacer justicia, ya actúan más en función de los mecanismos jurídicos”, alegó y aceptó que al Gobierno le cuesta “mucho trabajo contar con cuatro de los 11″.

Se refería a Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien llegó a la Corte por la inesperada renuncia del ministro Eduardo Medina Mora Icaza, al verse envuelto en un escándalo que pudo haber terminado con su consignación ante un juez de proceso.

Poco después, Margarita Ríos Farjat, exjefa del SAT, arribó a Pino Suárez; después llegarían al unísono Loretta Ortiz Alhf y Yasmín Esquivel Mossa. La segunda, es esposa del titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, José Agustín Ortiz Pinchetti y la tercera del constructor consentido del presidente:  José María Riobóo, con la influencia suficiente como para avalar la destrucción del NAIM. 

Meses antes, el 6 de abril de este año, el presidente llamó “abogados patronales” a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de Nación cuando el presidente de la institución, Arturo Zaldívar, suspendió el análisis de la inconstitucionalidad de la Ley de Energía Eléctrica.

Acusó la intervención de lobistas que llegaron hasta los y las ministras de la Corte y, según la óptica presidencial, los convencieron de suspender la revisión. Después, apenas 24 horas, los togados aprobaron la Ley, aprobada por los legisladores, en una votación que, a hasta ahora se mantiene en dudosa. Se perdió un voto. El necesario para declararla inconstitucional. 

Hubo tras ocasiones en que el presidente descalificó a los ministros. Una de ellas, con la frase: a mí no me vengan que la ley es la ley. Algunas más, acusó de corrupción y nepotismo a jueces y magistrados e incluso ministros, por proteger a delincuentes y después de ser aprehendidos y puestos a disposición de un juez, los dejaron en libertad por falta de elementos probatorios.

Vaya, el Poder Judicial de la Federación ha sido hostigado desde Palacio Nacional y el recién exonerado exconsejero jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Ibarra, tenía la misión de ser el conducto para los mensajes y de fomentar una “amistad” con los ministros a fin de tenerlos a su favor -del presidente- en asuntos delicados. Sin embargo, y pese a la docilidad de Zaldívar, ha sobrevivido y mantenido la Independencia, aunque ciertamente acotada.

Ahora el huésped temporal de Palacio Nacional, se encuentra en el dilema que, por ley, no le corresponde, pero ¡al diablo con la ley! quiere tener a un ministro (ma) a modo, que atienda sus “sugerencias” y le de la razón e influya en las sentencias que dicte el Poder Judicial de la Federación que, como se sabe, son inatacables.

La preguntaron quién de los 10 restantes debe llegar a la presidencia de la Corte. En su cantinflesco lenguaje -Mario Moreno moriría de escuchar como deforman sus expresiones-, expuso en la mañanera, lo que le gustaría, no lo que conseguirá.

“Tengo un perfil, quiero que sea una persona honesta, que aplique el Estado de Derecho con dimensión social y que tome siempre en consideración más que lo particular en cuanto a intereses empresariales, el interés público, intereses de los mexicanos y que no haya violación a derechos humanos, no haya corrupción, que no haya amiguismo, influyentismo al interior del Poder Judicial, que no se deje en libertad a quienes tienen mucho porque pertenecen a la delincuencia organizada o a la delincuencia de cuello blanco. Así me gustaría que fuese la nueva presidenta o el nuevo presidente de la Suprema Corte” y añadiría:

“Sí, hay, cómo no, cómo no, sí, sí, afortunadamente no todo está mal en el Poder Judicial, ni en el Ejecutivo ni en el Legislativo, ni en el país; al contrario, en México tenemos muchos valores”.

Cualidades de las que carece no solamente él sino su cercano grupo y por supuesto, su familia.

¿Quién de los ministros (tras) llena los requisitos idealizados por el señor López?

El que fuera electo por sus pares, como lo marca la Constitución, no será el o la que quiere el Presidente de la República. Porque, en los suyos, se equivocó al proponerlos y los 7 restantes no le deben nada ni son militantes de Morena.

Claro, la amnesia presidencial que va en aumento de manera alarmante, no le permite recordar como en sus arranques de soberbia, les faltó el respeto a todos.

De ahí, que en su perversidad ahora diga que no todo está mal en el Poder Judicial. En los otros, aunque no lo admita, nada funciona bien para la mayoría de los mexicanos.

En un mes sabremos si los integrantes de la Corte sacan la casta y defienden la independencia del Poder Judicial o si ya viven atemorizados por las amenazas y descalificaciones públicas que brotan de la garganta presidencial. 

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: jesus michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón, en el 760 de AM.

 

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