Los Privilegios del Poder
VERÓNICA V. GONZÁLEZ y ARNOLDO PIÑÓN
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó sobre la desaceleración del mercado laboral, misma que, consideró, será profunda.
De acuerdo con el organismo internacional “el ritmo de recuperación del mercado laboral internacional observado a comienzos de 2022, se ha estancado. Al cierre del tercer trimestre la cantidad de horas de trabajo fue 1.5 por ciento inferior al nivel registrado en el cuarto trimestre de 2019, situación que es equiparable a un déficit de 40 millones de empleos a tiempo completo”.
Lo anterior, dice la OIT, es producto de la desaceleración de la economía, lo que incide en la reducción de la oferta de empleo.
“Las perspectivas para el mercado de trabajo son muy inciertas, y el riesgo de que su situación empeore es cada vez mayor, en particular debido a los efectos de la elevada inflación, las restricciones en materia de política monetaria, el aumento de la carga de la deuda y la disminución de la confianza de los consumidores”, destaca en la décima edición del Observatorio de la OIT sobre el mundo del trabajo.
Considera que, de acuerdo a los parámetros internacionales, si bien es necesario un cierto periodo de tiempo para que una desaceleración económica o una recesión de lugar a la reducción en el nivel de empleo, los datos de que se dispone actualmente ponen de manifiesto que ha comenzado a producirse una profunda desaceleración del mercado de trabajo, por lo que prevé una gran disminución del empleo a escala mundial para el cuarto trimestre de 2022.
La disminución afectará los avances logrados para disminuir la brecha de género en cuanto a la cantidad de horas de trabajo, mismas que podrían revertirse.
Sin embargo, la reducción del empleo se viene dando principalmente en las economías avanzadas, mismas que en los primeros seis meses del presenta año reportaron empleo equiparable o superior a la que se daba antes de la crisis.
En tanto, en los países de ingresos medianos es diferente, porque seguirá existiendo déficit de empleo con respecto a la coyuntura anterior a la crisis.
La situación de los trabajadores altamente calificados (directivos, profesionales y técnicos y profesionales conexos) en el segundo trimestre de 2022 había mejorado más que la de los profesionales de calificación baja o media, en particular en los sectores de servicio y ventas que sigue siendo peor que la registrada en el mismo trimestre del año anterior.
La desaceleración del crecimiento económico y de la demanda agregada conlleva asimismo una disminución en la solicitud de empleo, ya que la incertidumbre y las expectativas son menos positivas, e inciden de manera adversa en el nivel de contratación, puntualiza la OIT.
La economía informal también se ha visto afectada. A nivel global el mundo del trabajo registró en el arranque de este año un fuerte repunte en los niveles de empleo, principalmente en dicha economía, sin embargo, el ritmo de avance comenzó a desacelerarse en los últimos meses y se estima que durante el tercer trimestre el déficit laboral respecto al observado antes de la pandemia fue de 40.3 millones de plazas de tiempo completo menos.
En la mayoría de las economías avanzadas, el nivel de empleo ha alcanzado e incluso ha rebasado el registro de antes de la crisis, al tiempo que muchos empleadores afrontan escasez de mano de obra.
La globalización de la economía ha traído sus consecuencias, pues frente a la crisis de COVID-19, a lo largo del año 2020, han surgido varias crisis, mismas que se han visto agravadas por el conflicto bélico en Ucrania y sus consecuentes efectos indirectos adverso que repercuten en el mundo del trabajo.
En este escenario de choque de crisis, destacó el organismo, la inflación es una de las que más impacto tiene entre las personas trabajadoras, pues ha provocado una disminución del salario real en muchos países, “crisis de carestía de vida” que se suma a las pérdidas a nivel de ingresos laborales que dejó el impacto inicial de la pandemia.
Para hacer frente a esta situación tan adversa del empleo a escala mundial, y evitar una gran recesión del mercado de trabajo en todo el mundo, será necesario aplicar políticas exhaustivas, integradas y equilibradas a escalas nacional e internacional, manifestó Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT.