Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Ser “aspiracionista” es del todo válido cuando se tienen los pies en la tierra.
Flotar y suponer que sin tener piso firme es posible caminar abriendo el mar, solamente lo hacía Moisés.
Por lo menos eso revela la Biblia al referirse al éxodo de los judíos que eran perseguidos. Y no fue por obra y poder de Moisés, sino de Jesucristo. Creer o no, es otro tema.
Lo que es de no creerse y con las suelas de los zapatos haciendo contacto con el pavimento lo mismo que con la terracería olas calles empedradas, es el auto destape de Omar Fayad Meneses a dos cargos: presidir el CEN del moribundo PRI y ser candidato presidencial en 2024.
Un gobernador que rompió con la dirigencia nacional porque buscaba imponer a quien compitiera para sucederlo y se negó a aceptar la imposición que se hizo desde la cúpula del partido y que ocasionó la derrotada de Carolina Viggiano, quien careció del apoyo de las bases tricolores controladas, en ese entonces, por el mandatario que hizo perder a su partido, la hegemonía en el estado de Hidalgo.
Fayad declaró: “Yo les dije muy claramente a la dirigencia… me voy a meter con todo, porque me voy a convertir en el próximo dirigente del PRI nacional. Además, les dije que… también habré de anotarme como candidato a la presidencia de mi partido”.
Seguramente el Comnvit-19 que atacó al exmandatario dejó secuelas de gravedad. Una de ellas, aumentar la incongruencia.
Su paso por la política culminó con haber sido “designado” por el grupo Hidalgo al gobierno de la entidad. Un grupo en el que lo mismo estaba Miguel Ángel Osorio Chong que Jesús Murillo Karam o Gerardo Castelán, el jefe de la sosamostra hoy disfrutando de la hospitalidad carcelaria de este país.
Hoy, sin embargo, pretende aparecer como el mejor “político” para dirigir lo que queda del PRI. Tendrá que esperar a 2024 cuando termina la gestión el innombrable Alejandro Moreno Cárdenas. Y lo que ratifica la incongruencia es que conoce los tiempos y no cuadra buscar dos posiciones en el mismo año. O se convierte en el empleado de mayor rango en el tricolor o se postula para competir con las corcholatas guinda. Se advierte que quisiera enterrar al PRI por la forma elogiosa “y amistosa” hacia el presidente López.
“Me da mucho gusto porque yo le tengo aprecio y afecto, porque en el tiempo que compartimos el gobierno, yo en Hidalgo, él en la República, él en Morena, en su movimiento y yo en el PRI, pudimos construir una amistad muy bonita… Creo que en este país necesita una reconciliación entre todos los mexicanos”.
Ahora sí que escogemos a los amigos y a veces nos equivocamos en la selección, como lo hace Fayad, quien aprovechó el viaje de su “reaparición política” para afirmar que su “amigo” no le ha ofrecido cargo alguno, ni en su gabinete ni en embajada alguna.
Si como se supone, el contagio del Covid-19 le afectó más allá de lo esperado, se advierte que no se ha recuperado. Algo no le funciona bien y podría ser más de una neurona. Salir a la plaza pública y sentir que los pobladores de Hidalgo lo “aman con locura” y por ello decidió vivir en Pachuca y dentro del PRI ocurre lo mismo y su figura es reconocida en todo el país y por eso irá como candidato presidencial, muestra que algo no funciona.
A lo mejor ser el candidato presidencial en la feria de Hidalgo, lo hará feliz. O quizá está convencido de que su candidatura caerá muy bien en el ánimo de su “amigo” y lo apoyará para lograr su propósito de hacer el ridículo.
Vaya usted a saber qué alacrán le pico al aspiracionista hidalguense.
De lo que no deja duda es que carece de límite racional.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelna, Facebook: jesus michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón, en el 760 de AM.