El Engaño ¿Consumado?

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Un gobierno que se fundamenta en “Decretos” para violar la Constitución, pone en riesgo la democracia, las libertades y fulmina el ESTADO DE DERECHO.

El anuncio presidencial de que por “decreto” trasladará la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, además de violentar la Constitución evidencia el engaño con el cual se construyó la “nueva institución” y que al final del sexenio sería el cuarto brazo armado del Ejército Mexicano.

Tan estaba planeado el cambio de adscripción de lo que sería un organismo civil, en aras de respetar el artículo 21 constitucional en el que con claridad diáfana se establece que las labores de seguridad pública serán desarrolladas por CIVILES, hace unos meses la Secretaría de la Defensa Nacional modificó su organigrama y creó el Comando Conjunto. Se hace mención de que estará integrado por Infantería, Caballería, Artillería y Guardia nacional. Por separado, pero como sujeta a la SEDENA, está la Fuerza Aérea Mexicana.

En el artículo 21 Constitucional, se lee:

“Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional. El Ministerio Público y las instituciones policiales de los tres órdenes de gobierno deberán coordinarse entre sí para cumplir los fines de la seguridad pública y conformarán el Sistema Nacional de Seguridad Pública, que estará sujeto a las siguientes bases mínimas:

  1. a) …
  2. c) a e) …

La Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional, cuyos fines son los señalados en el párrafo noveno de este artículo, la coordinación y colaboración con las entidades federativas y Municipios, así como la salvaguarda de los bienes y recursos de la Nación.

La ley determinará la estructura orgánica y de dirección de la Guardia Nacional, que estará adscrita a la secretaría del ramo de seguridad pública, que formulará la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, los respectivos programas, políticas y acciones.

La formación y el desempeño de los integrantes de la Guardia Nacional y de las demás instituciones policiales se regirán por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior, y en lo conducente a la perspectiva de género.

Queda claro que la intención es quitarle el sello de CIIVIL. Adiós a las garantías individuales. Las fuerzas castrenses no se conducen por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina y el imperio de la ley. La muestra está, justamente, en adscribirla al EJÉRCITO.

Por decreto “administrativo” el Presidente no puede ni debe violar la Constitución.

Lo que se avecina es de gravedad insospechada y pondría al país, ahora sí y en su totalidad, bajo el mando militar para asuntos de seguridad de las personas, no nacional, con lo cual se ratifica que desde su fundación, la GUARDIA NACIONAL se creó a imagen y semejanza a la que cuida a Nicolás Maduro.

Nada peor para un país que pierde a gran velocidad su democracia, que desaparecer del civilismo a la Guardia Nacional que, integrada a la Sedena, realizará las funciones de “seguridad pública”.

En la Ley de la Guardia Nacional, en ninguno de sus 136 artículos y 14 transitorios, se prevé siquiera que se convierta en un órgano militar. Se reitera infinidad de veces que será de carácter civil.

De publicarse el decreto, necesariamente tendrá que ser impugnado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que, como ente garante de la Constitución, tendrá que declararlo inconstitucional.

Como diría el ínclito de Juárez ¿pero qué necesidad de tratar de apagar el fuego echándole gasolina? 

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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