Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Me sorprendió y mucho. Lo había considerado una persona con criterio y conocimientos.
Sin embargo, hacer pública en su cuenta de Twitter, la decisión de, si gana la Presidencia de la República en 2024, clausurará el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, me parece un anuncio a destiempo.
Quizá no entienda que la cancelación de cualquier obra no genera votos.
Si el actual presidente se atrevió a sepultar el NAIM y llevar a México pasos agigantados hacia atrás, lo hizo como presidente. Como candidato siempre anunció que lo destruiría. Y la decisión no le aportó votos, como tampoco se los dio su promesa de quitar las pensiones a los expresidentes.
Ganó porque el PRI y su gobierno, encabezado por Enrique Peña Nieto, despilfarró el dinero público, alentó la corrupción, no detuvo la violencia, endeudó al país y a los mexicanos; dejó de dar impulso al campo, olvidó que la gente necesita comer, vestir, tener un techo y progresar.
A cambio, fijó la mirada en el Sur-Sureste con la creación de las Zonas Económicas Especiales y había ya cartas compromiso de empresas nacionales y extranjeras para mudarse a cualquier de las entidades que contaran con los servicios necesarios; generó empleos, mejoró la atención en el IMSS e ISSSTE y abrió el abanico de créditos en el Infonavit.
No destruyó nada de lo que edificó su antecesor. Si algo hizo, el gobierno de Felipe Calderón. Vaya, hasta le copió la forma de luchar contra el crimen organizado.
Andrés Manuel López tiene la fijación de destruir el pasado inmediato para acomodarse en el lejano. Sus ideas son del viejo comunismo disfrazado de socialdemocracia y con una sola visión: ser el Porfirio Díaz del Siglo XXI.
En su mandato no solamente redujo el crecimiento económico de mediocre a doblemente mediocre, sino intenta destruir el sistema electoral, modificar el concepto de SEPARACIÓN DE PODERES y establecer de facto y más tarde de manera legal, la dictadura con la que sueña.
Con lo poco de lo anterior, el país se sumirá en la pobreza, la gente será sometida cuando no piense como el iluminado” y las fuerzas castrenses serán poderosas a más no decir… en México.
Por ello me llama poderosamente la atención el mensaje de Enrique de la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado. Anunciar que “cerrará el AIFA” es un total despropósito.
Si bien dista mucho de ser un aeropuerto de primer mundo, no es internacional, pero podría ser de carga y su ubicación sin conexiones adecuadas para llegar, no lo descalifica ni lo convierte en un elefante blanco.
¿Por qué clausurarlo?
Según Milenio, el exsecretario de turismo del pasado gobierno, lo devolvería a las fuerzas armadas y con ello “contarían con una increíble base militar”. Tiene razón en cuanto a que no va a dar de sí. Quizá en manos del Ejército tendría mejor desempeño.
Lo criticable es que si ser candidato presidencial, apenas aspirante a serlo por el PRI, ya esté tomando decisiones en lugar de presentar un programa de gobierno que revierta la tendencia del crecimiento empobrecedor, recupere a las clases medias, genere confianza entre los inversionistas nacionales y extranjeros y produzcan alimentos básicos en suficiencia. Ningún país del mundo es autosuficiente en su totalidad, aunque en diversos rubros sobra la producción.
Dejar de lado la crítica de las obras faraónicas de López, ayudaría más. Y entender que la marca PRI está sumamente devaluada y hacerla tener nuevo valor, requiere de mucho trabajo que, por desgracia, no se hace bajo el mando de Alejandro Cárdenas Moreno.
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