Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Negar los hechos, porque “todo lo que diga puede ser usado en su contra”, ya es norma patentada por la 4t.
¿Está editado el audio que difundió Alejandro Moreno?
¿Le copió el estimo a Layda?
Desmenuzar el tema no es fácil. Sin embargo, conocido el diálogo entre el dirigente nacional del PRI y el senador Manuel Velasco Coello, éste cuestionó que se haya hecho público, lo que representa un tácito reconocimiento. No desmintió una palabra.
El secretario de Gobernación, dice que no le pidió el favor al congresista ni tampoco lanzó amenaza alguna en contra del campechano.
Ante la negativa tajante, cual buen tabasqueño al que irrita lo que “es mentira”, Adán Augusto López Hernández reviró todo. Salía de Palacio Nacional después de hablar con el huésped temporal. No informó que charló con su jefe. Pero respondió:
-“Pero ¿usted habló con Manuel Velasco para decirle algo, que le mandara algún mensaje?”, le preguntaron.
“No, Manuel es mi amigo, es una gente a la que yo estimo, me tocó ser senador cuando él era gobernador de Chiapas y pues por la vecindad manteníamos comunicación y la mantenemos hasta la fecha”, dijo.
Tratando de mostrar buen humor, algo que no tiene su jefe, respondió a la presunta amenaza en contra de Alejandro Moreno Cárdenas.
-“Ay, usted cree que con este tono de voz yo voy a amenazar a alguien, no, pues no, nosotros actuamos de distinta manera, no, pues todo esto lo sufrimos y nosotros lo vivimos cuando estábamos en la oposición y formamos parte del movimiento”, respondió.
-“¿El presidente no le ordenó presionar al PRI de esta manera?”, le cuestionaron.
-“Yo nunca le pediría a un amigo que transmitiera un mensaje de esa categoría, nosotros no creemos en esos métodos”, acotó.
La amnesia lo atacó como a cientos de morenistas. Don Adán, sin Eva, militó en el PRI. Se hizo de oposición sin que se conozca la causa, aunque bien podría ser aquella en la que se le negó la oportunidad de gobernar Tabasco con los Trigarantes colores.
Quizá no sepa don Adán que no es necesario tener voz de tenor o barítono para lanzar una amenaza. Bastaría mirar de nueva cuenta la película El Padrino y escuchar los susurros de Marlon Brando para entender que no es indispensable hablar alto y claro para que se entiendan las “órdenes”.
Sin pretender defender al dirigente del PRI, es de presumirse que los audios difundidos por Layda Sansores -otra expriísta- los tenía en su poder desde la mismísima toma de posesión aquel 16 de septiembre de 2021 y por ello causa sospechosismo que los haya guardado en espera de las elecciones que se realizarán el domingo.
También despierta duda que Moreno Cárdenas haya esperado hasta el último minuto para dar a conocer el diálogo, mantenido en “clave” -seguramente se refieren al instrumento musical- con el senador Velasco Coello. Lo tenía desde abril, justamente antes de la votación en la Cámara de Diputados sobre la reforma eléctrica.
La conclusión inequívoca: ¿Cuál de los tres, miente?
Adán, Manuel o Alejandro.
Los dos primeros están en la fila del frente; los dos segundos, se acercan. El primero de ellos trata de ser prudente, en público. En lo privado, afirman quienes lo conocen o han tenido entrevistas personales, no es tan dulce como una pera en almíbar.
Una muestra más de la degradación política que se vive en la cuatroté.
Y eso que no son como los de antes, porque ellos no mienten, no engañan y no roban.
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