Cristina Peri Rossi. Todo lo que no te pude decir. Editorial Menoscuarto, Palencia, 2017. 200 páginas
DAVID MARKLIMO
¿Qué tendría de novedoso una novela sobre una historia de amor? Es más, ¿otra historia de amor? Habría que decir que, como casi todo, depende cómo se cuente, quién la aborde, qué imágenes nos produce… en fin, habría que saber qué tiene de particular esa historia frente a tantas otras.
En la novela Todo lo que no te pude contar, de la uruguaya Cristina Peri Rossi, se nos presenta una historia atípica: Elisa y Bubú, un par de chimpancés escapados del zoológico, sueñan con un futuro mucho más grato. Vemos una historia de amor con todos los componentes posibles, incluyendo claro, la inevitable oposición del mundo exterior a la consumación de esa elección. Los monos, luego de ver un documental sobre un parque urbano, una suerte de bosque, quieren, a toda costa, llegar allí. A partir de aquí, de este argumento tan insólito, se nos presentan una serie de personajes que van a ir dando cuenta de las múltiples variantes de la historia. Aparece el cuidador, Suárez; su novia, Claudia; una pretendiente, Lucia; el oficial a cargo de atrapar a Elisa y Bubu, Fonseca … Todo lo que no te pude decir es una novela en la que la trama principal se diluye hasta convertirse en algo casi imperceptible entre la multitud de tramas secundarias, todas relacionadas con el poder de los secretos inconfesables, el amor, las inseguridades y, fundamentalmente, la desazón que existe en una relación amorosa cuando uno de los miembros ejerce poder sobre el otro. Se nos quiere hacer entender que el amor no solo ha de ser cosa de dos, sino también de dos iguales.
Podría decirse de esta que es una novela fragmentaria en la que los personajes se encuentran y desencuentran en un mismo espacio y tiempo, creando relaciones efímeras.
Por eso, podría decirse que la novela trata sobre la forma en que los seres humanos nos relacionamos, pese a las asimetrías y los contextos que cada uno lleva consigo. Aunque, bien mirado, puede no sólo tratarse de eso.
Quizá sería apropiado definirla como una novela en torno a la pasión y a todo lo que le concierne: el amor pasivo, sufriente, paciente, compasivo. Todo deriva de una misma raíz: el gran tema de la pasión amorosa y su papel en la evolución. Quizá por eso el texto también puede ser descrito como un retrato de la zoofilia. Ahora bien, si dejamos de lado todos los matices, y entramos de lleno en el gran tema que es la pasión, veremos que la novela también aborda la pasión por conocer: el querer abarcar al otro en esa dimensión donde lo aparente no resulta suficiente. Los personajes se enlazan con relaciones muy diversas (amor, sexo, amistad, poder, posesión…), pero con un hilo común: la asimetría que oculta algo, lo indecible, lo que frustra la comunicación plena. Estamos ante un lenguaje cargado de humor, ironía, ternura y lucidez, en una novela de elevado voltaje erótico y transgresión de múltiples convenciones sociales. En palabras de Elena Poniatowska, estamos ante un salto al vacío sin red.
Todo lo que no te pude decir, en definitiva, es una novela poco común sobre los secretos, el amor, la infelicidad y las relaciones desequilibradas en el que al final la rebeldía vence, los secretos salen a la luz y las almas solitarias encuentran, al menos en parte, un camino. Un libro para la reflexión.
