4T acorralada

Yo Campesino 

  • Ganso en Medio del Pantano de Corrupción, Espionaje y Chantaje que él Creó

 

MIGUEL A. ROCHA VALENCIA

 

Hace meses escribí que tarde o temprano el caudillo de Tepetitán sería víctima de su propio juego, sería medido con la vara que él mide a los demás y sería en su mismo entorno morenista donde saldrían sus peores enemigos. Lo que no adiviné fue que ocurriría tan pronto, mucho antes del proceso de sucesión.

En esas líneas minimicé las capacidades de la oposición desarticulada, debilitada y chantajeada, pero di un voto a los expresidentes que no compraron impunidad a cambio de poder, como lo hizo Enrique Peña Nieto. Falta lo que diga Felipe Calderón; de Vicente Fox, poco podemos esperar, pero “algo saldrá” del innombrable.

Es decir, lo que hoy nos muestra el pleito callejero de Julio Scherer Ibarra, Alejandro Gertz Manero y Olga Sánchez Cordero, no sólo es el nivel de ese triunvirato autor de la piedra de fundamental de la 4T y que se reduce a utilizar los archivos del exCisen, Gobernación, Pemex, Función Pública  Suprema Corte, Sedena y Marina, entre otras, para lograr objetivos políticos y económicos en base al chantaje con carpetas de investigación penales y la amenaza de cárcel y embargos vía fiscal, sino también la descomposición de un gobierno de complicidades.

Incluye el “paquete” ideado por Scherer-Gertz-Sánchez, no sólo la judicialización sino también el desprestigio público, la exhibición de políticos, empresarios, jueces, ministros, magistrados, empresarios, medios, periodistas, líderes de opinión, partidistas y de organizaciones sociales, amén de funcionarios, legisladores en activo y expresidentes, perseguidos desde el púlpito de Palacio Nacional por los pecados cometidos.

Por eso cuando inició la administración muchos se dejaron torcer el brazo, algunos se resistieron y debieron negociar con las carpetas de investigación a la vista y las expeditas órdenes de aprehensión y vinculación a proceso que se despachan desde la casa de enfrente, es decir, la Suprema Corte de Justicia donde su presidente, Arturo Saldívar Lelo de Larrea, tiene una cola tan larga que con un pisotón puso de rodillas al poder Judicial ante el tlatoani de Macuspana.

Pero los archivos no sólo “hablan” de los pecados de los “enemigos” sino también de los de casa. O qué ¿no habrá datos acerca del propio Julio Scherer sobre todo de sus tareas recolectoras de dinero que se “lavó” en cuentas a favor del “la causa” del Ganso? Deben existir nombres y contactos que seguramente prefieren no se difundan.

Ni modo que no se tenga información del profeta cuatrotero, su familia entera empezando por hijos, secuaces y allegados que harían palidecer a los de la antigua mafia en el poder. Bueno, sería infantil que no tengan datos de la acumulación de riqueza del fiscal general de la República o de la exsecretaria de Gobernación, cuya codicia llega más allá de la dignidad a pesar de sus canas.

Y en medio de todo, el mesías tropical, quien como él mismo afirma, el presidente de la República está enterado de todo y eso lo hace cómplice de la corrupción de sus familiares y cercanos, aunque los cobije con impunidad o pretenda ignorar los hechos, porque simplemente meterse en medio de una reyerta entre ellos, le va a ensuciar el manchado plumaje.

Al final de cuentas, es cómplice de su asonada. Ahora el tema es ver quién se descobija más o genera mayor escándalo, si el propio Ganso, o quienes hoy se encueran cínicamente como los nuevos miembros de la nueva mafia descobijándose de manera grotesca en un afán de no ser víctimas de sus propias artimañas.

Cada quien utilizará sus recursos mediáticos o institucionales. La Ley la aplicará quien tenga más poder, parque o a quien más le tema el caudillo quien seguramente ya espera lo peor. Creador de Morena, intentará regresar a lo básico, a los de “antes”, pero son tan pequeños que difícilmente le darán solidez.

Peor en momento en que el país se encuentra en crisis, cuando su discurso desgastado y trasnochado ya no le dá para escándalos más allá de las 24 o 48 horas. Buscará confrontaciones, subirse al ring con quien le dé foro, volumen y preeminencia. Tal vez lo logre momentáneamente, pero está tan visto que no le alcanzará ni para acercarse a los 30 millones de votos.

Usará la Revocación de Mandato para declarar un nuevo triunfo, se irá contra el Instituto Nacional Electoral, utilizará a sus lacayos disfrazados de legisladores para intentar desaparecerlo e inventar leyes que confronten a la sociedad e incluso a grupos empresariales o gobiernos.

No le queda mucho tiempo. Después, pocos serán los recursos de los cuales pueda echar mano pues en la 4T los pelitos arreciarán, habrá abandono del barco y al grito de ¡Sálvese quien pueda! algunos buscarán refugio, justificaciones y hasta cambio de discurso. Lo veremos.

No a la Revocación de Mandato

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