Expertos y legisladores bipartidistas realizaron un estudio para la Comisión Federal para Combatir el Tráfico de Opioides Sintéticos en el que aluden directamente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al que reclaman «hacer más» contra «la amenaza que los cárteles suponen para la salud y seguridad» en México y Estados Unidos, y le recriminan el «incesante» flujo de precursores (químicos) de la República Popular China a México.
El informe revela que el origen del fentanilo que se incauta en EU ha evolucionado desde su expansión en 2014 y ahora es de muy baja pureza y procedente principalmente de México, donde se fabrica en laboratorios ilegales con materia prima generalmente traída de China y atraviesa la frontera por tierra gracias a organizaciones criminales.
“México gasta menos del 1 por ciento de su Producto Interno Bruto en seguridad, mucho menos que el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del 3 por ciento, lo que presenta un desafío único tanto para México como para Estados Unidos”, indica el informe de 70 páginas.
“En 2019, la República Popular China amplió los controles legales sobre las sustancias relacionadas con el fentanilo y el suministro se centró en México”, se lee en el reporte.
Ahora, añade, los cárteles mexicanos -principalmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación- son los principales proveedores y utilizan insumos químicos de China e India para fabricar fentanilo ilegalmente y traficarlo a Estados Unidos, “principalmente a través de la frontera suroeste, pero también por barcos de pasajeros, barcos de carga, tren, aviones comerciales, drones y correo”.
“El gobierno mexicano debería ejercer mayores funciones relacionadas con la seguridad en las partes del territorio nacional donde organizaciones criminales tienen un bastión. La falta de recursos institucionales, la actividad limitada de las agencias reguladoras y la participación inadecuada de las fuerzas del orden locales han llevado a una supervisión insuficiente del comercio en los puntos de entrada donde los precursores químicos del fentanilo ingresan al país”, opina la Comisión.