Por Alfredo Mejía Montoya
La inercia de la soledad en palacio se acentúa cada vez más. De por si el inquilino no acepta que nadie le acompañe en sus decisiones, aunque es cierto, siempre está acompañado, pero es de esas soledades acompañadas, donde sus interlocutores están, pero no están, ellos escuchan el monólogo de todas las mañanas sin siquiera poder hacer comentario alguno, el mensaje que envían, es el de que apenas se están enterando de lo que ocurrirá, pasará o se ejecutará en cada una de sus carteras, sin haber intervenido en la decisión correspondiente, práctica elocuente y cotidiana del inquilino.
Normalmente, los presidentes en el cuarto año de su mandato tienen avanzado parte de su proyecto o Plan Nacional de Desarrollo, así ha ocurrido siempre, la excepción rompe la regla diría el que sabe. El mandato de los 31 meses siguientes, serán las más difíciles y silenciosos, el gabinete legal y el ampliado, pareciera que fuera el ilegal y el inexistente, solo repetirán lo que el ventrílocuo exprese, como la Jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum, que no le cambia ni una coma.
En ese monólogo autócrata, López Obrador nombra embajadores o cónsules a discreción, sin el rango de personal de carrera o miembro de carrera del servicio exterior mexicano y el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), Marcelo Ebrard ignora si estos reúnen el perfil o si conocen de estrategias y proyectos que tengan impacto global en el concierto internacional de las naciones.
La Ley del Servicio Exterior Mexicano (LSEM) dispone efectivamente que la designación de Embajadores y Cónsules Generales la hará el Presidente de la República, preferentemente entre los funcionarios de carrera de mayor competencia, categoría y antigüedad en la rama diplomático-consular (artículo 19). Violentando una vez más el estado de derecho, con algunos de los últimos nombramientos, ascensos y concurso para embajadores. El 17 de enero, y mediante Comunicado número 14 de la SER, destacan sin esas cartas credenciales Carlos Miguel Aysa, exgobernador de Campeche a la Embajada de R. Dominicana; Claudia Pavlovich Arellano, exgobernadora de Sonora al Consulado de México en Barcelona, España; Pedro Agustín Salmerón, doctor en Historia por la UNAM a la embajada de Panamá; Laura Beatriz Esquivel, escritora; Porfirio Muñoz Ledo como Embajador en Cuba previa invitación; y otros como Amparo Anguiano, Leopoldo de Gyves, Norma Pensado, en total 17 designaciones.
De última hora, el gobierno de España negó la concesión del placét (beneplácito) para que Quirino Ordaz exgobernador de Sinaloa sea el embajador de México, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador hace más de dos meses… porque no se trata de un diplomático de carrera y que el Ministerio de Exteriores de Madrid tiene registro de los casos de corrupción en los que está implicado.
La perversión en la diplomacia ofende al personal de carrera del servicio exterior mexicano, al premiar, castigar o desterrar a representantes de la oposición bajo la promesa de no ser investigados por actos de corrupción o premios por coadyuvar al éxito electoral del partido oficialista.
En el mismo sentido, tenemos el involucramiento de la concepción y adoctrinamiento que López Obrador pretende se lleve a cabo en el país, apoyándose de una manera clara y contundente con el ministro de la SCJN Juan Luis González Alcántara Carrancá propuesto por él y designado por el Pleno del Senado de la República en diciembre del 2018, quién mediante ejecutoria se pronunció en el sentido… de imponer a los concesionarios y periodistas de radio y televisión diferenciar en sus noticieros entre información y opinión. Sabido es, que desde las matinales diarias, es su deporte favorito, golpear a los medios que no están de acuerdo con sus políticas totalitarias y no democráticas, sirviendo de mensaje a los gobiernos locales del partido oficialista, y ello ha llegado al grado de agresiones, torturas y hasta asesinatos a periodistas y gráficos del medio editorial noticioso. Ese criterio ya permeo en la SCJN por lo menos en un ministro afín al régimen, ¿y la libertad de expresión?
Esa directriz es una vez más la voz autócrata de un solo hombre, que por cualquier vía pretende que la población piense de una sola manera y de una sola forma, la que el diga, la que el pronuncie, como en las miserables dictaduras. Hasta implementó un segmento en sus matinales con su ideología, misma que la vocera de facto Elizabeth García Vilchis actúa todos los miércoles, y lacera, ofende y perturba a cualquier medio que hayan elegido atacar o menospreciar, aunque no sepa leer… bien.
Todo ello, deviene de las pasadas elecciones, donde López obrador acusó que la clase media ha sido envenenada por los medios al difundir noticias en contra del régimen y no ha permeado su ideología fascista y socialistoide, que no de izquierda. Por lo tanto, se les exige a los medios que diferencien lo que es noticia y lo que es opinión. ¿Y cómo? en el contexto mismo de la noticia está el sentido de los hechos o dichos, pretender limitar las opiniones en ese contexto es prohibir la libertad de expresión, en su más pura concepción. ¿López Obrador en su matinal informa y opina todos los días, el sí tiene libertad de expresión?
Ahora son los medios de radio y televisión, mañana serán los editoriales, periódicos y revistas, los escritores de pluma libre y antes de que termine el año, serán las redes sociales y los podcasts y todo tipo de nuevas tecnologías que se usen para trasmitir una opinión o una noticia. ¡Esto es dictatorial!
La libertad de expresión no solo protege el derecho a difundir ideas y conocimientos, permite también buscar y recibir información verdadera y de diferentes medios. Esto último elevado a derecho humano de la población de conformidad con el artículo 19 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
Ahora, el ministro de marras a quién deberá obligar a acatar su fallo o sentencia, ¿a qué dependencia? y que se le castigase si no lo hiciera, ¿a quién? Porque si somos puristas, ¡la ejecutoria misma, es una noticia y es a la vez una opinión! jurídica, pero al fin opinión.
Por otra parte, en materia de energía, se siguen dando tumbos con la eléctrica. En la reunión con la Secretaria de Energía de los Estados Unidos Jennifer M. Granholm, tanto el líder del Senado Ricardo Monreal, la Titular de la SENER Rocío Nahle y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador afirmaron que todo había salido muy bien, que la reforma eléctrica va, y que no hubo contratiempo alguno, todos al unísono de conformidad con las instrucciones del ventrílocuo del centro histórico.
Lo cual fue desmentido mediante la Declaración de la Secretaria de Energía de Estados Unidos Jennifer M. Granholm sobre su viaje a la Ciudad de México, en la que medularmente manifiesta:
“En mi viaje, me reuní con los más altos funcionarios de México, incluyendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como representantes de la industria, legisladores y sociedad civil para sostener diálogos francos y respetuosos. (sic)
“En cada reunión expresamos abiertamente las preocupaciones reales de la Administración Biden-Harris sobre el potencial impacto negativo de las reformas energéticas propuestas en México sobre la inversión estadounidense en el país. (sic)
“La reforma propuesta también puede dificultar los esfuerzos conjuntos de México y Estados Unidos en materia de energía limpia y clima. Debemos mantener y mejorar los mercados energéticos abiertos y competitivos que benefician a América del Norte. (sic)
“México ha sido bendecido con una abundancia de potencial energía renovable, que, si utiliza por completo, podría impulsar a su propio país al menos diez veces, crear millones de empleos bien remunerados, y desarrollar una extraordinaria industria de exportación orientada a un mundo que necesita soluciones de energía limpia.” (sic)
Respecto a las declaraciones de Jennifer M. Granholm, la opinión de los representantes del gobierno federal tergiversó la realidad y no asumen su responsabilidad histórica de que es momento de producir energías limpias o las empresas manufactureras extranjeras y nacionales comprometidas con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, dejarán de invertir en el país.
No cabe duda, que sus palabras son cien por ciento neoliberales, que no van en paralelo con el proyecto obradorista de un “no” al neoliberalismo, cuando el Tratado de Libre Comercio T-MEC por el cual y en su cumplimiento e intereses vino la representación estadounidense, es la obra máxima o libro sagrado del neoliberalismo… ¡porque no pueden entenderlo y llevar al país a un estadio de desarrollo!
freedomm