Por Nidia Marín
No hay dinero que alcance. Actualmente así es. No solamente en los hogares, sino en el gobierno federal, el cual gasta a manos llenas en acciones superfluas y de compra de voluntades y debe dinero por todas partes, sin que haya alguna luz a lo lejos que indique cambios económicos y financieros a favor del país, pago de las deudas que las instituciones con nuevas siglas tienen a diestra y siniestra y lo fundamental, en síntesis: sensatez y control.
Estamos en el ojo del huracán. Una de las más elevadas deudas, es en materia de salud. Y como no hay magia que ayude, sino sensatez del principal “gastalón” y mentiroso de este país (sí, del verborrágico y bipolar del Zócalo), el Banco Nacional de México, antes de que su gran dirigente, Alejandro Díaz de León concluyera su mandato advirtió en su informe que el saldo del financiamiento total recibido por los hogares siguió decreciendo, tendencia que se aprecia desde hace seis trimestres.
Y haber discútale, cuando los aumentos en los precios no sólo están en los medicamentos, sino en los alimentos y en los combustibles. ¿Una caja de medicamentos con 30 tabletas recetada por el cardiólogo 1,650 pesos, es decir 50 pesos cada pastilla? ¿Un kilo de jitomate de bola en 79 pesos? Si lo encuentra eso cuesta. ¿Un cilindro de gas de 20 kilos, costo de 420 pesos o un kilo de gas LP 630 pesos con 60 centavos?
Así estamos, tristes, lastimados y adoloridos, no obstante que como expusiera el señor Lelo de Larrea en el informe:
“Este comportamiento se explica por la evolución desfavorable que ha tenido el financiamiento destinado al consumo”.
Perooo… el asunto empeora. El documento del Banco de México indica respecto de los flujos financieros con el exterior, que “… la cuenta financiera registró salidas de flujos de capital en el segundo trimestre de 2021 por préstamos netos al resto del mundo y entradas por endeudamiento neto en el tercer trimestre. En cuanto a los flujos de portafolio, la información oportuna del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) muestra que para México se mantiene la salida acumulada de flujos de portafolio de no residentes observada desde el inicio de la pandemia. En otras (economías emergentes) EMEs estos flujos acumulados ya se encuentran en niveles cercanos a cero. Dicho comportamiento no incluye a China, país que ha sido el destino de los flujos de capital en los últimos meses.”
Ahora que, no obstante el triste y lamentable papel de los funcionarios actuales de primer nivel del sector salud, específicamente de la Secretaría y Subsecretaría, hubo otro tipo de acciones ajenas que si funcionaron, como fue el hecho de que “… para hacer frente a los efectos de la pandemia de Covid-19 sobre el sistema financiero, el Banco de México y otras autoridades de finanzas implementaron y, en su caso, extendieron una serie de medidas orientadas a continuar promoviendo un comportamiento ordenado de los mercados”, así como fortalecer los canales de otorgamiento de crédito y proveer liquidez para el sano desarrollo de dicho sistema.
Y bueno, en el informe se resalta que durante el segundo semestre de este año que agoniza concluyó la vigencia de la mayoría de las medidas implementadas, mismas que contribuyeron a propiciar un comportamiento más ordenado de los mercados e intermediarios financieros.
En efecto, “…concluyó la vigencia de la mayoría de las medidas de liquidez y financiamiento implementadas ante la pandemia por Covid-19”, aunque para las que permanecen vigentes, se habría establecido una fecha de término entre el cierre de este agónico 2021 y el primer trimestre de 2022, conforme a una estrategia de retiro paulatino y ordenado, de acuerdo a las directrices anunciadas previamente.
¿Qué sigue?
¡Sólo Dios sabe!
