Por Carlos Bortoni
El Gobierno de México ha arrancado de las manos de honestos traficantes casi 6 mil piezas arqueológicas. Dicho atropello ha sido denunciado por algunas de las plumas más notables de la intelligentsia nacional… quienes han arrojado luz sobre la visión colonial del arte y la historia que tiene la CuatroTe. Justo ahí donde podíamos cometer el error de creer que reclamar la devolución de piezas arqueológicas era un acto anticolonial… estas mentes iluminadas nos indican lo contrario: colonial es pretender defender la soberanía… colonial es querer que lo que es de uno siga siendo de uno… colonial es luchar por la preservación de la identidad y la cultura que “recibimos del pasado, que vivimos en el presente y que transmitiremos a las generaciones futuras” para decirlo con las colonialistas palabras con las que la UNESCO define al patrimonio cultural.
La pifia de Beatriz Gutiérrez Müller de llamar “trafico” a la venta (ilegal) de objetos y arte nativa en Europa… resulta inaudita. El Gobierno Mexicano debería ofrecer disculpa a las otrora naciones conquistadoras por habernos independizado… por dejar de pagarles tributo y por cometer la osadía de pensar que lo nuestro, era nuestro. Es más… habría que reconsiderar si la trata de personas no es más que la estrategia del mercado para dar valor a los seres humanos. O si el tráfico de especies no es la mejor forma de prevenir el deterioro de flora y fauna en su hábitat natural.
Reclamar lo propio como propio… genera una “campaña autodestructiva” que se traduce en el “descenso en el valor del arte mexicano y un mayor deterioro de las obras almacenadas.” Que por favor alguien le explique a Eduardo Costantini… el empresario argentino que compró el autorretrato “Diego y yo” de Frida Kahlo… por el que pagó 34.9 millones de dólares y que se convirtió en la obra de un artista latinoamericano (mexicano) más cara de la historia vendida en una subasta… que pudo haber pagado mucho menos gracias a que las declaraciones de Beatriz devalúan el arte nacional.
A estas alturas… deberíamos tener claro que sólo lo que se vende tiene valor y que solo lo que tiene valor (aquello por lo que se pagó) puede ser respetado… cuidado y preservado. Lo demás… lo que escapa al intercambio comercial… está destinado al deterioro inevitable ¿A quién le importa aquello que no está pagando en mensualidades? Habría que discutir seriamente si regresamos a la dote o a el precio de la novia para disminuir de la violencia de género.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos… Artísticos e Históricos… que de forma retrograda entiende los monumentos artísticos como “los bienes muebles e inmuebles que revistan valor estético relevante” Ignora de un modo ofensivo el potencial económico de las piezas arqueológicas. El 10 de noviembre… la casa de subastas Christie’s Francia… recaudó más de tres millones de euros por 72 piezas precolombinas. Haciendo cálculos sobre las rodillas… las más de cinco mil piezas recuperadas por el gobierno en tres años habrían “recaudado” casi doscientos cincuenta millones de euros… el Museo Nacional de Antropología tiene un valor (los cálculos son conservadores y con ganas de hacer negocio) superior a los trescientos treinta millones de euros… sin contar el ahorro y las ganancias que implicaría utilizar ese enorme espacio… vació después de vender la piezas… como salón de eventos… si se renta para fotos de quince años… o si lo convierten en un centro comercial.
De los cincuenta millones de dólares en los que está valuado el penacho de Moctezuma… ya ni hablemos… resulta increíble que Museo de Etnología de Viena no esté organizando una subasta de esas plumas de quetzal para ayudar a subsanar crisis energética por la que atraviesa su país o el impacto de la pandemia por coronavirus.
