Por Jesús Michel Narváez
Hurgar, no es sinónimo de investigar.
Ese parece ser el trabajo de los ministerios públicos de la federación.
Ante la carencia de pruebas para enjuiciar a los expresidentes, la Fiscalía General de la República ha buscado encontrar la confirmación de las evidencias que conduzcan a la captura de “alguno de ellos”-.
Aprendió a Emilio Lozoya y bajo el criterio de oportunidad se presumió desde Palacio Nacional la forma de “hacer historia en México”.
Se decía y se dice, que el exdirector de Pemex tenía suficiente información, consolidada y comprobada, de los actos corruptos cometidos por su jefe, Luis Videgaray y por, incluso, el presidente Peña Nieto.
Han pasado meses y meses y no hay nada que haga sonreír al inquilino del inmueble virreinal ubicado en el costado oriente de la Plaza de la Constitución.
A Rosario Robles la aprehendieron y encarcelaron por delitos que no merecían la prisión preventiva. Lleva dos años y tres meses en Santa Martha Acatitla. Durante algunos meses se habló que se acogería a la figura jurídica que le permitiría estar en detención domiciliaria.
Parecía estar todo arreglado hasta que… la propia exfuncionaria habló en público y señaló que prefería la cárcel a acusar a alguien sin pruebas.
Y sigue en la prisión.
Ayer se anunció que el abogado más famoso de la élite política y sindical, Juan Collado habría obtenido que la Fiscalía General de la República le considera el criterio de oportunidad.
Hurgar, no investigar.
Seguramente el abogado sabe mucho de muchos políticos y dirigentes sindicales. Si embargo, existe la secrecía entre cliente y abogado. Por lo menos es una norma que se respeta por quienes ejercen la abogacía.
¿Romperá el silencio a cambio de seguir en prisión domiciliaria?
Es algo que se ignora.
Se presume que durante los 5 meses de vivir -si así se le puede llamar- en el Reclusorio Norte teniendo como vecinos a Javier Duarte y recientemente al mismísimo gourmet exdirector de Pemex, los fiscales no lograron saber más de lo que conocían y les dio oportunidad de aprehender al abogado de los “ricos”, como lo llama el presidente López.
Más allá de los delitos por los que fue imputado: delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, es seguro que los sabuesos no hallaron más huesos para roer.
Por eso el recurso de hurgar.
El abogado, influyente en el Poder Judicial de la Federación nunca fue relacionado con actos criminales. Por el contrario, se le reconocía como un litigante brillante.
Si bien se comportaba con excesos, por sus lujos y amistades, su vida profesional no lo ubicaba entre los abogados ligados con el crimen organizado o el narcotráfico. Tener clientes como el expresidente Peña Nieto o el exlíder petrolero., Carlos Romero Deschamps, entre otros, no lo hace delincuente.
Quizá por ello los fiscales federales no hallaron más de donde asirse para involucrar a otros personajes de la política, actual y anterior.
Criterio de oportunidad de cambiar de denominación.
Debe definirse como criterio para hurgar.
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