Por Nidia Marín
No hay esperanza. Todo indica que el cierre de 2021 será fatal y peor que otros años. En efecto, incluido el pasado. Los fallecimientos por coronavirus están a punto de alcanzar los 300,000 oficiales. Además, diciembre y enero son los meses en que se registra una mayor cifra de decesos.
Ante la grave situación que se está viviendo ya en el Continente Americano y en el Caribe con los contagios de Coronavirus, la Organización Panamericana de la Salud puso el dedo en la llaga a través de su directora Clarissa F. Etienne, quien solicitó recordar que cada vez que los seres humanos bajamos la guardia el virus toma vuelo y amenaza lo que se ha logrado con tanto trabajo y esfuerzo.
Y lo dijo con motivo de lo que está sucediendo con la variante del Covid-19 Ómicron que aterroriza de nueva cuenta al mundo y las cercanas celebraciones de fin de año, ante lo cual insiste en continuar con las medidas: vacunarse, mantener reuniones reducidas y asegurar el uso de mascarillas y el distanciamiento social, especialmente en interiores.
Lo sucedido el año pasado es un ejemplo. Eso recordó la señora, al indicar que en las Américas se produjo un aumento de nuevos casos tras la temporada vacacional, mismos que tardaron tres meses en disminuir. ¿Hoy también? Preguntamos.
Y como las fiestas ya están a punto, así como las vacaciones, la doctora solicitó reflexión ya que, recalcó, “nuestras decisiones individuales y colectivas marcan el camino de esta pandemia”.
Y ni como negarlo, aunque por estas tierras aztecas desde la cúpula gubernamental estén empeñados en hacernos daño.
Para aquellos desidiosos y que no creen en la ciencia, recordó que ya se observan tendencias de casos al alza en todo el continente americano, especialmente en Estados Unidos y Canadá; en Sudamérica, casi todos los países informan de un aumento de la incidencia, incluso en el Cono Sur; mientras que en el Caribe también se registran altas tasas de infección.
Criticó que países, como México, aunque no lo mencionó por su nombre, integrantes de los 19 que a finales de 2021 no han logrado vacunar a 40 por ciento de la población, estén levantando las medidas restrictivas e incluso en zonas densamente pobladas. Evidentemente en esa crítica entran la Ciudad de México y el Estado de México.
Ella insistió en la vacunación, mientras por su parte, el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa, mencionó que la cantidad de personas vacunadas con el esquema completo, es decir con las dos dosis, debe ser mayor en México para evitar el resurgimiento de un nuevo brote de Covid-19.
Recalco: “México ha hecho un esfuerzo muy importante para vacunar a su población, ya tiene a 50% de toda la población con las dos dosis. Esa es una cobertura vacunal importante pero todavía no es suficiente para garantizar que el país no tenga nuevos brotes”.
También hizo notar que la disminución de casos en muchos países de América Latina no implica que la pandemia haya terminado.
Asimismo, fue puntual al expresar:
“Lo que estamos viendo en muchos países de Europa es que con una cobertura vacunal de 60% o 70%, se puede verificar un nuevo crecimiento en el número de casos de manera importante. No se puede imaginar que la disminución de casos que muchos países de América Latina están experimentando en este momento, es señal de que la pandemia ya ha terminado, y que una cobertura de vacunación de 40%, 50% o 60% es suficiente para que nunca más vuelvan a tener otro brote. Esto no es verdad”.
No, pero en México la ignorancia cabalga en el Zócalo y hace tanto daño como un virus. De ahí que estemos a punto de alcanzar las 300,000 defunciones oficiales por Covid y más de 600,000 reales, pero extraoficiales.
Sólo para recordar la necesidad de ser prudentes les diremos que, en el año pasado, del total de defunciones registradas, los meses en que ocurrió el mayor número de decesos fueron julio con 11.10% (118,753) y diciembre con 10.17% (108,770). En 2019 el mayor número de fallecimientos fue en enero con 9.80% (73 261) y diciembre con 9.43% (70 513).
Estamos en diciembre y ya viene enero, ¡prudencia por favor!