La Ficción más Real
Por Horacio Armando Hernández Orozco
Una película de policías, es un docudrama dirigido por Alonso Ruizpalacios, teniendo como reparto a Mónica del Carmen (Teresa), Raúl Briones (Montoya), María Teresa Hernández Cañas y José de Jesús Rodríguez Hernández alias Montoya; exhibida en la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín de 2021, donde obtuvo el Oso de Plata.
La película narra la historia de Teresa y Montoya, dos policías que, además de ser compañeros de trabajo, son pareja. El resto de sus colegas de oficio los conocen como “la patrulla del amor”.
Una ficción basada en los relatos de dos elementos de la policía capitalina, que en este docudrama son interpretados parcialmente por dos actores, que desnudan a una de las instituciones más controvertidas de México: la policía.
TERESA
La oficial Teresa se traslada a un domicilio particular donde una joven está a punto de dar a luz, vía radio pide una ambulancia, pero no llega, así que sincerándose con los familiares de la mujer les dice que no tiene la experiencia requerida para recibir al bebé y no obstante ello, le piden que la auxilie, y así es como llega una nueva ciudadana.
En el caso de esta oficial, ella quiere ser policía porque su padre ha sido oficial, pero no tiene su apoyo, así que terminando la secundaria decide ingresar a los 17 años de edad a la Academia de Policía.
Y durante la cinta se entrevista a otros miembros de la corporación que han tenido familiares policías y que por ello han decido ingresar a la corporación; aunque hay otros casos que han ingresado es por obtener un trabajo.
Es claro que se debe cubrir un perfil para ingresar y permanecer en las instituciones policiacas.
Teresa narra la adrenalina que se vive día a día al tener familiares policías, pues saben que sale bien de casa, pero no saben si regresarán con vida.
MONTOYA
Montoya creció en el barrio de La Lagunilla, y gracias a la disciplina férrea que le impuso su mamá logró salir adelante y no caer en las drogas, ni en la delincuencia.
El oficial Montoya narra que ingresó a la policía porque su hermano mayor era policía del grupo de reacción de granaderos y para él era la máxima autoridad; pero ya estando dentro de la institución se da cuenta que las emociones se viven día a día, todo es adrenalina, al grado de que ya no piensas las cosas.
Sin ser una pretensión de la cinta, muestra como los policías tienen ese lado humano que la ciudadanía olvida, y que por entregarse a la corporación olvidó a su familia al grado de que lo han abandonado.
También como sufren vejaciones de los manifestantes sin que puedan reaccionar, pues siempre estarán expuestos a quejas de la ciudadanía ante las comisiones de Derechos Humanos.
Éste ha sido y es uno de los grandes conflictos que ha tenido recientemente la policía capitalina que debe mantener el orden durante el desarrollo de las manifestaciones, pero muchas de ellas no se realizan pacíficamente como lo establece la Constitución, sino que se tornan violentas y muchos elementos policiacos resultan heridos.
PAREJA
Montoya narra que el término ‘Pareja’ que se maneja en la jerga policiaca fue prácticamente inventado por ellos, pues es tanta la confianza y amistad que se le tiene a su compañero que ese aprecio es como si fuera su propia pareja.
Dentro de las instituciones policiacas es usual el trabajo en pareja, esto es, entre dos compañeros que se asisten mutuamente; no existe una normatividad que establezca como se debe conformar ese dúo; por lo general se señala que se conforma con un elemento de experiencia y otro joven para que vaya aprendiendo, pero en la cinta se narra que Teresa al inicio daba dinero al oficial a cargo para que la asignara junto a Montoya.
El trabajo en equipo es básico en esta profesión, pues mientras uno afronta la situación de peligro, el otro es su refuerzo al cubrirle las espaldas.
INFILTRADOS
En marzo de 2019, los actores Mónica del Carmen y Raúl Briones iniciaron un proceso de inmersión en la vida de los policías mexicanos; durante 101 días se infiltraron en distintas academias, siguieron a policías en sus patrullajes diarios y ensayaron para interpretar a los policías Teresa y Montoya.
Ambos actores en su afán de ponerse bajo la piel de los policías que interpretan, no sólo actúan, sino que en realidad interpretan a dos policías para comprender sus profundas complejidades y contradicciones, ambos actores asisten a academias con instalaciones precarias y reciben el entrenamiento estándar (de solo seis meses) para los aspirantes a policías.
No es propiamente un falso documental, pues a diferencia de los relatos de ficción, los actores sí formaron parte del sistema en algún momento; a medida que avanzan en su formación, comparten distintos comentarios y reflexiones de una manera directa, ambos narran su experiencia sobre el salto a la alberca, que es una muestra de auto confianza, dar un salto a un vacío.
Este filme da voz a personajes reales que narran historias que el espectador las conoce porque suceden a la vuelta de la esquina; es un trabajo testimonial porque los verdaderos Teresa y Montoya hablan de lo que les ha sucedido.
Siempre hay un prejuicio hacía los que portan el uniforme azul, a quienes se les tilda de corruptos y de abusar del poder, y la cinta no pretende ser una apología de lo que esto implica en ocasiones, sino de que el espectador tome conciencia de la precariedad y de la misma inseguridad en que se desarrolla esta actividad.
El espectador después de ver la cinta se hará muchos cuestionamientos y muy probablemente se replantee como ha sido su trato hacia los policías; y se preguntará cómo debe ser la relación entre los ciudadanos y la policía.
La policía está para proteger y cuidar a la ciudadanía, pero la gente ve a un policía y en vez de sentirse tranquilo y seguro, surge la sensación de miedo y se siente más desprotegido, lo cual es verdaderamente lamentable; pero ¿en qué momento se dio esta desconfianza hacía las instituciones policiacas?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…
