Por Alberto F. Mena Mallen
Pobre país, pobre México, pobres mexicanos que están cerca de la 4T y tan lejos de la realidad que se vive actualmente.
Es de reconocer que Andrés Manuel López Obrador volteó la vista hacia los más desprotegidos, a los olvidados de la historia de nuestro país, quienes lo apoyaron para ser el primer mandatario y los que ahora lo mantienen con una aprobación mayor al 60 por ciento de preferencias -ocupa el segundo lugar en encuesta que evalúa a mandatarios del mundo-.
También es de reconocerse que el tabasqueño leyó adecuadamente los deseos de la población, en el sentido de que habría que luchar contra la corrupción, la impunidad y que la mayoría deseábamos un cambio que permitiera que México resurgiera de las cenizas en las que se encuentra por malos gobiernos, pésimos gobernantes y administradores, partidos políticos podridos, lo que hasta la fecha no se ha podido cumplir por muchas causas, entre ellas, por la pandemia y malas decisiones que se han tomado hasta ahora. López Obrador aseguró que ya se sentaron las bases de su transformación.
Que el presidente prefiera entregar directamente a las personas los recursos gubernamentales, etiquetados como apoyos a diversos sectores sociales, da lugar a que las críticas se incrementen, en el sentido de que quiere tener votos cautivos para evitar que la Revocación del Mandato lo obligue a irse a su rancho y que la Presidencia de la República no se pierda para su partido, Morena, en el 2024.
Tal parece que AMLO va actuando conforme los designios del Foro de Sao Paulo para implementar un socialismo en territorio nacional, ya que, de las resoluciones de este evento, el camino que lleva el tabasqueño se asemeja mucho a lo que se pretende, ya que se busca a través de los apoyos individualizados, tener a una población electoral cautiva entre otras resoluciones.
Y es por ello que López Obrador quiere desaparecer muchos organismos que se crearon a través del tiempo, ante las necesidades que se fueron presentando y que ahora estorban a la 4T, porque no dependen de las decisiones de la cúpula presidencial al ser organismos autónomos
Así sucedió con las guarderías, las que desaparecieron con el argumento de que había mucha corrupción en la entrega de recursos federales, pero que hasta la fecha no se ha comprobado; cuando se retirarlos los recursos, se generó una zozobra sobre todo para las madres trabajadoras quienes no tenían cómo solucionar el dejar a los hijos en casas de familiares o de vecinos o ir a trabajar.
Y uno de los últimos ejemplos es el ataque a la UNAM, a la que se le reducirán de nuevo el presupuesto, tal y como sucedió el año pasado, pero que se tuvo que corregir ante las protestas que se presentaron en toda la comunidad universitaria y científica. Ya muchos universitarios levantaron la voz en protesta por estas críticas infundadas.
Pero nunca ha mencionado a la Universidad de la Ciudad de México, misma que ha sido fuertemente criticada por los exiguos resultados que ha obtenido en muchos años, desde que fue creada. Tampoco cita al Instituto Politécnico Nacional, que también cuenta con sus problemas y donde está radicado el Cinvestav, área científica de México, y a los que no quiere.
Un caso más es el de eliminar los subsidios fiscales a organismos civiles -a las donaciones-, que siempre han apoyado a grandes sectores de la población, ante la incapacidad del propio gobierno de atenderlos; AMLO busca entregar en forma individual a las personas los recursos que les permitan salir adelante en sus problemas.
El caso es que no hay para todos, debido al asunto de la austeridad que implementó este gobierno, pero que ha rayado en lo absurdo, ya que ha afectado áreas sensibles como es el de salud, donde ha destacado el hecho de las preferencias gubernamentales en el sentido de que se mueran los que se tienen que morir, como ha sucedido con los niños con cáncer, o aquellas personas que tienen comorbilidades y que fueron contagiados con el coronavirus. Y aún no ha normalizado la carencia de medicamentos en el sector salud, pero eso sí, presume que ahora ya no faltan medicinas en México.
Cada día se calienta el ambiente político, con las broncas en el legislativo, el económico, ya que la inflación subió más del 6 por ciento, cuando el tope gubernamental es del 3 por ciento, también el social, ya que casi todos los días se dan movilizaciones ciudadanas protestando por demandas incumplidas, por asuntos del narcotráfico, ya que por ejemplo, me he enterado por vecinos, que en la alcaldía Azcapotzalco, por la zona de El Rosario ya andan cobrando derecho de piso a los pequeños negocios, -a una carnicería-, siete mil pesos semanales, por lo que su dueño, manifestó que preferirá cerrar a trabajar para estos maleantes.
Pero eso sí, cada vez que se habla de inseguridad, el gobierno busca algunas pequeñas cifras de disminución de los delitos para llenarse la boca de que están trabajando y haciendo bien las cosas, claro a nivel federal y macro, pero no hay datos de este tipo de hechos que se presentan a diario en la capital del país o en muchas ciudades de México, donde los desplazados es otra cosa que no están bien en este campo.
En Michoacán, mientras gobernaba el PRD, no hubo apoyos suficientes para combatir a la delincuencia y ahora que llegó un mandatario morenista, el gobierno de la 4T envía a cientos de militares y elementos de la guardia nacional para que aquellos que tuvieron que salir de sus poblaciones, regresen para que puedan tener una vida cuasi normal, pero eso sí, con las armas a la vista, por si acaso.
El presidente solo lamentó el asesinato de dos turistas extranjeras en Tulum, Quintana Roo, también lo sucedido en Acapulco con el incendio de la discoteca Baby O y así como estos sucesos, hay decenas de ellos a lo largo y ancho del territorio nacional, lo que provoca que haya llamados de varios gobiernos extranjeros a sus connacionales para que eviten ir o a México o a ciudades catalogadas como violentas.
¡Pobre México!
