Por Jesús Michel Narváez
Si bien es cierto que, en la Junta de Coordinación Política, que preside el priista Rubén Moreira, se pusieron de acuerdo en el reparto de comisiones, es momento en que en la página oficial de la Cámara de Diputados no aparecen quiénes las presiden y quiénes las integran.
Los coordinadores de los 7 grupos parlamentarios acordaron qué le toca a cada uno y todos salieron muy contentos.
El problema que se advierte es que cada cual pretende imponer a sus allegados, aunque carezcan de experiencia legislativa o bien conozcan de otros temas en los que pudieran haber participado en el pasado.
Esta LV Legislatura, en la que su integración está compuesta por partes iguales entre hombres y mujeres, tendría que otorgar la presidencia de la mitad de las comisiones ordinarias, es decir 23, a las otrora representantes del sexo débil. (Hoy son más fuertes que Dalila, que adormeció a Sansón para que le cortaran el cabello y así perdiera su fortaleza).
¿Cuántas de las comisiones importantes -todas lo son, pero unas más que otras por los temas que abordan- serán para las mujeres?
Se entiende que los hombres se nieguen a atender asuntos relacionados con la niñez o de atención a grupos vulnerables en donde se requiere sensibilidad. Sin embargo, para las que siempre pelean los poderosos: Presupuesto y Cuenta Pública, Gobernación, Puntos Constitucionales, Comunicaciones y Transportes, Economía, etcétera, también pueden y deben se presididas por mujeres.
Y que nadie salga con el manido argumento de que no “tienen experiencia”. Muchas de ellas son más preparadas profesionalmente que sus pares, cuyos antecedentes se remontan a la recomendación de los “cuates” de “arriba”.
Ta se sabe cuatas comisiones le toca a cada grupo parlamentario. Las más influyentes quedaron en manos de Morena y en orden descendiente le siguen el PAN, el PRI, PT, PVEM, MC y PRD.
Habrá qué observar qué perfiles seleccionan los coordinadores para ocupar las presidencias. De seguro, será un hombre el que esté al frente de la poderosa Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública cuyo nombre se palomeará en Palacio Nacional. Es en ella en donde se ajusta el PEF y se reparte el dinero. Sin duda, el nuevo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, habrá cabildeado con quién -porque ya lo debe saber- la encabezará. Revisará con lupa la conformación de los secretarios y de los integrantes. Porque para alcanzar los dictámenes “a modo” hay que estar en contacto con cuando menos 28 legisladores.
Las de Transparencia y Anticorrupción al igual que la de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, tradicionalmente las presiden las oposiciones. La segunda será sin duda para el PRI -más controlable que el PAN- y la otra para Acción Nacional.
¿Quiénes las encabezarán?
Los coordinadores ya lo saben y seguramente los elegidos también. El tema en cuestión es que oficialmente no aparecen en la página de la Cámara de Diputados.
A casi un mes de haber protestado como legisladores federales, los acuerdos apenas se dieron la semana pasada.
Y habrá que ver cuántas de las influyentes comisiones quedan bajo el mando de las mujeres. Las resistencias masculinas prevalecen, aunque ésta, la LV Legislatura sea, en realidad, de paridad de género: mitad y mitad.
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