*Los “Cara de Niño” Actúan Abiertamente Impulsados Desde el Zócalo
*Y los Entonces Gobernadores Cayeron en la Trampa Tendida
*Impresionante Declive de los Partidos: PRI y PAN, Además del PRD
*La Gobernabilidad Democrática Está en Riesgo en México
Por Nidia Marín
No merecen el menor respeto. Los chapulines azules y tricolores de alto rango, así como los grillos venenosos como los “cara de niño” hoy actúan abiertamente, impulsados desde Palacio Nacional mediante un plan de acción, cuyo fondo es destruir la alianza que tanto afectó al partido presidencial en el pasado proceso electoral de junio.
Los denominados “Grillos de Jerusalén”, dicen los especialistas “ni son de Jerusalén, ni tienen cara de niño, ni son realmente grillos”, pero comen otros insectos y los desechos de otros cadáveres. Así sucede en la deleznable política mexicana de estos tiempos.
Y diga usted si no es así. Hay quienes piensan que fue un plan con maña, por cierto, muy bien concebido, porque cuando se negoció con los grillos de alto rango, es decir con los gobernadores, todavía no se llegaba a las urnas.
Pero cayeron en la trampa, doblaron las patas, vendieron su prestigio por un plato de lentejas y se llevaron entre un olor nauseabundo a los los tres partidos al lograr que una alianza opositora exitosa, a estas alturas esté como el Cerro del Chiquihuite: en pleno deslave, sin que haya quien lo evite.
No, como el “cara de niño” que sólo aparece entre septiembre y diciembre, en esta ocasión otros actores con escaso cerebro y menos respeto por sí mismos, abrieron sus mandíbulas y están haciendo lo posible por salirse con la suya, sin reflexionar que ese es el fin. ¿Casos? Julien Rementería arrastrado de Vox) y Marko Cortés, del PAN, solapador de loqueras, así como Alejandro Moreno “Alito”, del PRI, con las patitas dobladas.
¿Y el PRD?, se preguntarán. Está tan debilitado que mira los toros desde la barrera, donde espera que uno salte sobre el redondel y llegue a la gradería, sin reflexionar en que ya no está para recibir más cornadas.
Pero, así como las subfamilias grillas son numerosas, en la política también hace aire. Suman nueve, entre los que están los de campo y caseros, pero también los de tierra y de los árboles, pero los más lesivos son los “cola de sable” ¿O no don Peje?
Porque, hay que decirlo, los ortópteros abundan, como son los saltamontes que se multiplican en los congresos federal y locales, langostas, a veces solitarias y cambiantes, pero en ocasiones como plagas y los alacranes cebolleros, bichos estos últimos muy raros que pueden causar estragos.
En México apenas pasó la temporada de grillos ¿o no?
Tal vez, pero hoy viven un declive impresionante los dos más antiguos: el PAN y el PRI (92 años) y ¡ni para cuando resolverla!
Asegura el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que desde 2018 la satisfacción con el funcionamiento del sistema político en América Latina y el Caribe alcanzó un mínimo histórico, con 3 de cada 4 personas expresando un juicio negativo sobre la vida política en su país. (México, por cierto, no es la excepción).
“Hay evidencia de que esta insatisfacción generalizada ya ha empezado a afectar el apoyo a la democracia como forma de gobierno en la mayoría de los países de la región”, precisa.
Sin embargo, resalta que la crisis causada por el Covid-19 presenta tanto riesgos como oportunidades para el futuro de la gobernabilidad democrática en la región.
Por un lado, expone, hay ciertamente terreno fértil para la noción de que los regímenes menos democráticos son más eficaces en responder a emergencias. Por otro lado, la pandemia abre espacios sin precedentes para reinventar la política y restablecer la confianza en las instituciones democráticas.
Y es que actualmente un estudio que analiza los efectos de la pandemia en las circunstancias del teletrabajo en nuestro país, muestra un impacto desproporcionado en el bienestar emocional de las mujeres, el agotamiento crónico de las madres que teletrabajan y la sobrecarga en las tareas del hogar y las actividades de cuidado, entre otros.
En esta compleja coyuntura, precisa, se necesita una nueva narrativa sobre la democracia.
Y ni qué decir, en México hoy se exhiben los vicios partidistas, la falta de compromiso con las instituciones y la ola de grillos, langostas, saltamontes y chapulines, muchos de ellos, lamentablemente, depredadores.