Por Jesús Michel Narváez
“Solidaridad desmedida”, podría titularse el documento emitido por los senadores de Morena en torno a la tragedia de Tula, en donde por falta de comunicación -reconocida por Laura Velázquez Alzúa titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil- fue imposible advertir el desborde del río, que cobró 16 víctimas que se encontraban intubadas y en el que solicitan a las fuerzas políticas opositoras no medrar con el dolor humano.
La sola oración de que “el Gobierno de la República, como lo hecho hasta ahora, no les dejará solos en ningún momento” cuando el ciudadano presidente no se moja porque se puede enfermar -recuerdo de Tabasco-, evidencia que quienes medran con el dolor son los de Morena.
Si hacer públicas la negligencia y la falta de atención a los llamados informativo de Protección Civil, es beneficiarse políticamente, a mí que me borren. No obtengo nada con publicar lo que es más claro que el agua: no hubo reacción inmediata del director del IMSS, a diferencia de lo que hizo el gobernador de Hidalgo que, incluso cayó de la lancha en que se dirigía al hospital.
Hacer del conocimiento de los ciudadanos a través de los medios de comunicación el reclamo a las oposiciones y actores políticos que, sin haber acudido a la zona de desastre, también los exhibe. ¿Cuántos senadores y senadoras fueron al lugar de los hechos? No hay una sola referencia de la presencia de algún congresista y menos aún alguna fotografía o video en el que muestre la visita.
Cómodamente el presidente recorrió la zona a bordo de un helicóptero de la Marina. No bajó cerca del sitio. Tampoco se arriesgo a caminar como Pedro no obstante la duda que tenía de poder hacerlo.
No tengo idea de quién de los senadores salió la genialidad de aprovechar, ellos sí, la tragedia para beneficiarse demostrando que “nosotros estamos con ustedes”.
Sin embargo, tiene todo el tufo de “control de daños” que no han podido ejercer desde la Presidencia de la República, en donde todo se concreta a hablar mal de los adversarios “responsables de los huracanes y terremotos”.
Desde el gobierno de la Ciudad de México se enviaron, según dijo la gobernadora, apoyos físicos consistentes en brigadas y camiones para #rescatar” a los afectados. Tardíamente, por supuesto.
¿Quién se beneficio con la difusión de la información?
Las oposiciones no.
En el documento de los congresistas de Morena, hay una acusación grave en contra senadores del PAN, que se había “dado a la poco honrosa tarea de difamar”.
Lo hicieron a través mantas y “conferencias de prensa injuriosas” y sin darse por enteradas de las versiones que las autoridades han comunicado desde temprano. “Ni las personas fallecidas, ni sus deudos merecen esa vileza”.
Si injuriar es denunciar los hechos, entonces ya se acabó la libertad de expresión.
Callar es peor que hablar.
Tardíamente los senadores y senadoras de Morena medran con la tragedia.
Es la terca realidad.
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