*Histórica Multa a 5 Empresas Farmacéuticas
*Se Demostraron las Prácticas Monopólicas
*Hubo Elevación de Precios Para el Consumidor
*Una Década de Abusar de los Enfermos del País
Por Gerardo Lavalle
Hay que admitirlo: Andrés Manuel López siempre tuvo la razón al denunciar a las farmacéuticas de practicar la corrupción. La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), cuya comisionada presidenta, Alejandra Palacios Prieto, ha puesto en evidencia el manejo monopólico de las empresas y cómo manipulaban la entrega y los precios de medicamentos. Consecuencia, una multa histórica: 903 millones 479 mil pesos.
Sancionó a, quizás, las más influyentes farmacéuticas mexicanas: Nadro y Almacén de Drogas, Casa Marzam, Fármacos Nacionales (Fanasa), Casa Saba y Fármacos Nacionales (Fanasa). La decisión del Pleno se basó en las malas prácticas efectuadas por las empresas, que causaron un daño a los consumidores valorado en 2 mil 359 millones de pesos en una década: de 2006 a 2016. Se ignora la razón por la cual no se abarcó hasta 2020. También 21 personas que representaron a las empresas en la conformación de prácticas monopólicas absolutas en el mercado de distribución de fármacos.
De acuerdo con un comunicado oficial del organismo autónomo en el apartado 1. Descuentos limitados. “Los distribuidores compiten por los clientes (farmacias) a través de los descuentos sobre el precio farmacia, el cual es sugerido por el fabricante o laboratorio; entre mayor sea el descuento ofrecido a las farmacias mayor es la probabilidad de obtener más clientes y, por lo tanto, alcanzar una mayor participación de mercado. Sin embargo, Almacén de Drogas, Casa Saba, Fanasa, Marzam y Nadro se coludieron para homologar una lista de productos respecto de los cuales establecieron un monto máximo de descuentos (descuentos limitados).
“Por su parte, la Asociación de Distribuidores de Productos Farmacéuticos de la República Mexicana (Diprofar) recibía las listas proporcionadas por cada uno de los distribuidores para posteriormente integrarlas y enviarlas para su cotejo y observaciones. Esto evitó que los distribuidores compitieran por los clientes (farmacias) descuentos ofrecidos sobre el precio farmacia”.
Durante el arranque de la administración del presidente López, la orden fue tajante: compras consolidadas a través de la única Oficialía Mayor del Gobierno Federal, la de Hacienda. En ese entonces, Raquel Buenrostro estaba a cargo de las adquisiciones. Hubo ruptura. Se inhabilitó a varias empresas. El desabasto de medicamentos en el sector Salud (Federal) se advirtió de inmediato.
Frente a los reclamos de los representantes de la industria farmacéutica, el presidente de la República repitió hasta el cansancio que no sería rehén de las empresas, a las que acusó de corruptas y de “hacer grandes negocios en lo oscurito”.
A 28 meses de iniciada la administración, la escasez de medicamentos prevalece. El intento de que la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), los surtiera, resultó un costoso fracaso. Algunas empresas inhabilitadas volvieron a surtir fármacos.
AMLO IGNORA LA ACCIÓN
Desde su campaña presidencial -la tercera-, Andrés Manuel López acusó a los órganos autónomos constitucionales, entre ellos a la Comisión Federal de Competencia Económica, de ser ineficaces, de responder a los lineamientos neoliberales y de ¡ganar mucho dinero sin hacer nada!
Todavía hace unas semanas la emprendió contra la COFECE por no impedir el monopolio gasero. De los medicamentos poco habló recientemente, porque el gobierno se vio obligado a buscar proveedores en el extranjero y a reconsiderar a los que fueron inhabilitados, para intentar medio abastecer los hospitales y clínicas del Sector salud (Federal).
En la COFECE, mientras tanto y sin aspavientos, trabajaban para llegar a la conclusión que llevó a la decisión de multar a 5 empresas y 21 directivos de la industria farmacéutica, por prácticas monopólicas y manipulación del mercado.
Del tema, el presidente no se ha tomado la molestia de reconocerlo. Simplemente lo ignora.
Las empresas farmacéuticas señaladas, recurrieron la primera sentencia del año 2010, que consistió en 150 millones de pesos.
En aquel entonces, el organismo emitió un comunicado en el que sucintamente, explicó que “el Pleno de la CFC resolvió, por mayoría (4-1) confirmar la resolución dada a conocer en febrero de este año sobre la investigación a seis empresas farmacéuticas por prácticas monopólicas absolutas en la venta de medicamentos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Las empresas sancionadas habían interpuesto un Recurso de Reconsideración, conforme al artículo 39 de la Ley Federal de Competencia Económica, contra la resolución original de la CFC; el argumento principal era que el comportamiento sancionado no se debía a una coordinación ilegal entre las empresas, sino que correspondía a acciones unilaterales basadas en previsiones sobre el comportamiento de los competidores”.
La multa dada a conocer el lunes 16, solo se refiere al manejo de los precios y distribución que hicieron las empresas a las farmacias.
Aquella sanción puso en evidencia que había colusión para vender los fármacos al sector Salud, principalmente al IMSS.
Hoy las empresas solamente tendrán que pagar la multa impuesta y salvo que recurran a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, difícilmente obtendrán amparos para no cumplir con la sanción.
Con esta multa, el “elevado salario” que perciben los 5 comisionados, se pagó con creces.
Sin embargo, lo más importante: darle la razón al presidente López, es invaluable.
Como en los tiempos de la antigua Roma: al César lo que es del César, aunque se llame Andrés Manuel.