Dirección Equivocada

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Demandar a las empresas fabricantes de armas radicadas en Estados Unidos, aunque sus oficinas centrales se hallan en otros países, parece ser una carta con domicilio equivocado. El remitente supone que los productores de armamento tienen responsabilidad sobre lo que hagan sus distribuidores. Quizá, forzando la interpretación de la ley.

Habría que desmenuzar algunos puntos fundamentales:

Los fabricantes no venden sus armas a criminales, narcotraficantes o psicóticos si no se presentan su documentación que acredite son ciudadanos estadounidenses.

La Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América autoriza la compra y portación de armas para todos sus nacionales, nacido o no, en territorio norteamericano. Luego, entones, si después las armas son robadas o los propietarios las venden a particulares y las reportan, aunque se sigue la pista del poseedor ésta puede revenderla y la operación se repite hasta el infinito cuando ya no es posible rastrearlas.

Corresponde al Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) regular quién puede enviar, transportar, recibir y poseer un arma de fuego y municiones. Para ello se rige por la Ley Nacional de Armas de Fuego (en inglés), la cual fue revisada en 1968 y estableció la Ley de Control de Armas de 1968 (GCA, por sus siglas en inglés

Hasta ahí no se advierte ilegalidad alguna.

Las armas que se exportan a México de manera legal, es en razón de que el Congreso autorizan las licencias en las que se establece el nombre del comprador -en el caso mexicano solamente las pueden adquirir entidades gubernamentales-, tipo de arma, descripción del uso que se le dará y la forma de pago. Aquí tampoco existe irregularidad alguna.

Las armas ilegales que ingresas a México, lo hacen las fronteras a través de las aduanas terrestres y marítimas. No necesariamente tienen que utilizar esas dos vías. Se pueden trasladar, ilegalmente por supuesto, en aviones comerciales o privados. Sin embargo, el trámite es el mismo: deben pasar por la revisión aduanal. Por regla general, salvo miembros del ejército, la marina, la guardia nacional, algún ente policíaco reconocido, nadie osa ser ingenuo y traer en su equipaje una Barret.

Los fabricantes de armas venden a quien le compra. Los armeros no necesariamente son distribuidos exclusivos de sus marcas. En las expos de armas están todas aquellas que se producen legalmente en territorio estadounidense. En el supuesto que se aborda como ejemplo: a lo largo de la frontera hay cientos de armerías que no limitan sus ventas. Falso: quien quiera adquirir cualquier tipo de armamento que no sea para uso deportivo y aún en estos casos hay requisitos por llenar, no es, coloquialmente hablando “enchílame otra”.

Cuando el gobierno mexicano anunció la demanda en contra de 11 fabricantes de armas, bajo el poco creíble argumento de tener conocimiento que sus artículos alimentan la violencia en el país y que poco hacen para frenar su “participación indirecta”, muestra enorme desconocimiento de las Leyes estadounidenses en la materia. Concediendo sin aceptar que, que efecto, el desconocimiento del destino de las armas podría ser agravante para los fabricantes, se tendría que comprobar que tenían conocimiento que la compra de equis número de rifles de asalto, metralletas, ametralladoras, pistolas matapolicías, granadas, misiles, lanza cohetes, los adquirieron los criminales.

Nada fácil la comprobación. Y pretender defender a los fabricantes, la demanda tiene toda la pinta de una nueva cortina de humo para tapar los desaciertos del gobierno mexicano en sus relaciones con Estados Unidos. Desde el relevo de Donald Trump, y antes, en la campaña, las preferencias de Palacio Nacional y Tlatelolco eran marcadamente a favor del republicano y con la derrota, Andrés Manuel López fue de los últimos mandatarios en reconocer y felicitar al nuevo habitante de la Casa Blanca, Joe Biden.

La Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó que esta es la primera demanda que se presenta en contra de los fabricantes de armas. ¿Alguien ha reflexionado por qué nadie presento una antes?

Lo que México debe hacer y está obligado, es tener aduanas seguras, alejadas de la corrupción y que quienes estén al frente no se dejen impresionar por el brillo de los billetes verdes, los terrenos en California o la participación en petroleras texanas.

Quizá con la Marina al frente de ellas el contrabando disminuya. No es responsabilidad del gobierno de Washington ni de los fabricantes que en México haya cientos de miles de armas que entraron ilegalmente. No lo hicieron caminando ni camuflajeadas en uniformes militares. Salvo que la tecnología haya desarrollado la forma de robotizar un fusil de asalto o una Barret .50.

El gobierno no supo la dirección a donde enviar la carta: domicilio equivocado, dirá el cartero.

Cortina de humo, sin duda. La noticia dejó de serla a las 24 horas de conocida.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.

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