Llamados a Misa de la ONU

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Conocida como la marcha del 11/7, la manifestación de miles de cubanos exigiendo libertad y medicinas, además de comida, gira en torno al globo terráqueo y el epicentro de las sanciones tiene nombre: Estados Unidos que, desde hace 61 años, cuando Dwight D. Eisenhower impuso el 19 de octubre de 1960 un embargo parcial y rompió las relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961.

Han ocupado la Casa Blanca 12 diferentes presidentes y con la salvedad de Barak Obama, que visitó como “turista” la Isla, ninguno de los otros 11 ha pisado tierra cubana. Hoy, al parecer con el despertar de los cubanos, el millón y medio de cubanos que radican en Florida, su centro preferido, ha solicitado al presidente Joe Biden endurecer las sanciones y apoyar a quienes están “hartos de la dictadura”.

“Habrá más (sanciones), a menos que haya algún cambio drástico en Cuba, que no anticipo”, declaró durante una reunión con líderes cubanoestadounidenses en la Casa Blanca.

De acuerdo con la información difundida en Washington, el Departamento del Tesoro tiene puesta la mirada en “dos líderes de Policía Nacional Revolucionaria de Cuba”, sin revelar los nombres.

En la reunión, el presidente Biden informó que ordenó a los departamentos del Tesoro y de Estado que le informen en un mes sobre cómo permitir a los estadounidenses enviar remesas a los cubanos sin que el gobierno de La Habana se beneficie.

Como es conocido, las remesas que llegan a la Isla son controladas por el gobierno y no entrega la totalidad de los envíos, lo que irrita a la Casa Blanca.

Para Estados Unidos es fundamental la reinstalación de Internet, porque es el medio idóneo para que los cubanos estén en contacto con el exterior, conozcan las libertas -y las censuras- existentes en el mundo y a través de la cual envían correos informativos de cómo sigue frenado el cambio prometido por Raúl Castro y por su sucesor, Miguel Díaz-Canel, quien directamente ordenó a los “fieles a la Revolución” salir a las calles y enfrentar a los protestantes.

Las posiciones de ambos países no varían. Cuba había anunciado cierta apertura para negocios de turismo y nada de inversiones provenientes de Estados Unidos. España ha sido uno de los países que más presencia tiene en la Isla.

Salvo alguna inversión del expresidente Trump a través de sus socios, no se tiene registro de otras provenientes de la Unión Americana.

Biden está dispuesto, por lo menos declarativamente, a endurecer el embargo y aplicar nuevas sanciones, aunque no se han dado a conocer.

Si bien en la ONU se aprobó por 186 países demandar a Estados Unidos el levantamiento del embargo, no causó efecto alguno. Es una resolución que se aprueba año con año desde 1992. En la primera resolución, votaron a favor de terminar el embargo 59 naciones y 2015 se impuso el récord con 197 firmantes.

Sin embargo, nada ha ocurrido. Se ha convertido en la llamada a misa: va quien quiere y aunque son escasos los que dicen NO, la misa no se celebra.

Con Biden en la Casa Blanca y sabedor de que la Florida es el Estado que inclina la balanza en el Colegio Electoral, busca satisfacer los reclamos de los cubanoestadounidenses y terminar con la influencia que sobre ellos tiene todavía Donald Trump.

¿Resistirá Ciba mayores presiones?

Probablemente sí por la ayuda “humanitaria” que le brindan sus amigos: La Federación Rusa, China, Corea del Norte, Venezuela, Argentina, Nicaragua y, por supuesto, México, país al que le sobra todo y nada le falta.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.

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