Autoritarismo Ramplón

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

En cualquier nación del mundo que se precie de ejercer la democracia, lo menos que se puede esperar son actos de autoritarismo.

Si un gobernante comienza con decisiones erradas que conllevan a la población a padecer hambre, desempleo, inseguridad, enfermedad, etcétera, no debe sorprenderse si la mayoría rechaza propuestas gubernamentales.

En México, el presidente López ha insistido en que “no somos como los de antes” y que siempre escuchara al “pueblo, porque es sabio, no es tonto” y por ello confía en él y solicita siempre la consulta -aunque sea a mano alzada- para demostrar que es lo suficientemente sensible para acatar el sentido de las mayorías.

De ahí la sorpresa. El tema del regreso a clases de manera presencial, se ha vuelto complicado. Persistir en una fecha como si fuera fatal y desdeñar el rebrote del Covid-19 “porque no contagia a los niños”, parece ir en contra de la corriente. Lea usted lo que dijo el presidente en su conferencia del jueves:

“Y yo voy a dar este debate y no me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases por el bien de los niños, de los adolescentes, de los estudiantes por el bien de los padres de familia, por el bien de todos, por el bien de la educación, del desarrollo del país”.

Un demócrata jamás utilizaría la frase “… no me importa que la mayoría…”.

Sí, la mayoría de padres, de maestros, de expertos opina que el regreso a clases cuando la tercera ola de Covid-19 estará en la punta, sería una acción irresponsable.

Sí, es una mayoría. Lo admite el propio huésped de Palacio Nacional. El 56 por ciento de los encuestados sobre el tema, se pronunció por no regresar a clases de manera presencial.

¿Una cortina de humo?

Quizá para distraer la atención de su viaje a Badiraguato, sede del cártel de Sinaloa y municipio que visita casi de manera religiosa cada año. Como si fuera manda y tuviera que llevar la ofrenda de agradecimiento mientras de sus ojos resbalan lágrimas que demuestran la lealtad.

Según el señor López “… hay como una postura a que no haya clases, no sé si consciente o inconscientemente de manera deliberada por intereses o por desconocimiento del daño que se causa al no tener clases presenciales”.

¿De quién es la postura?

Ya dijo que es de los adversarios, de los conservadores. Sin embargo, en su uso genérico del lenguaje, genera duda de que exista un “compló” en su contra por resistirse a reconocer que los niños también se contagian.

Con sus “otros datos”, afirma que en otras partes del mundo -donde se atendió profesionalmente la pandemia- los estudiantes ya están en las aulas bajo protocolos estrictos, con los que se busca evitar contagios y que si alguno se enferma «se puede cuidar a los niños en la casa y no pasa nada».

Habla con experiencia. Su hijo menor se contagió y, públicamente reconoció que, su esposa y él, estuvieron a su lado y no los enfermó porque “ya estamos vacunados”.

Ignora o trata de hacerlo, que el antígeno no fue creado para frenar otro tipo de variables como la Delta. Y hay constancia de que quienes han sido inoculados vuelven a ser contagiados.

Vaya, el demócrata, ya mostró sus dotes de tirano: no me importa que la mayoría… porque el Estado soy YO (aunque no sea Rey ni hable francés)

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM

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