Por Jesús Michel Narváez
La información salió de Palacio Nacional: jueves y viernes el presidente viajará a Sinaloa… el sábado estará en Badiraguato y no habrá cobertura de prensa… por respeto a la veda electoral impuesta por el INE en base a lo estipulado en la Constitución.
Ante la reacción de comunicadores, analistas, políticos y sociedad civil, se cambió la jugada: la visita a la tierra de El Chapo -aunque al presidente le gusta llamarlo Señor Guzmán- será el viernes. No se confirmó ni se desmintió si habrá o no periodistas para observar y estar presentes en el “evento”.
¿Qué se buscaba ocultar?
Habría que señalar que la veda electoral inició el pasado día 15 y terminará el 1º de agosto a las 18 horas -o hasta que los votantes dejen de estar en las mesas de recepción- y no solamente el sábado, como se había precisado en la Presidencia de la República.
¿Por qué tener eventos jueves y viernes de manera pública, aunque sea en lugares cerrados y sin “acarreados” si la veda está vigente?
¿Acaso solamente se aplica para visitar a la mamá de el Chapo y el vástago Ovidio?
Un desacierto del voz-cero Jesús Ramírez Cuevas, quien como todos los que trabajan para el presidente López, no se manda solo. Alguien le dio la instrucción de no llevar prensa a la visita “privada” en Badiraguato, a donde acude “para supervisar los avances de la carretera en el tramo Guadalupe y Calvo- Badiraguato”.
Esta será la tercera ocasión en que visita Badiraguato. Lo hizo en febrero de 2019, apenas tres meses después de haber posesión; repitió la visita en marzo del año pasado justo cuando cumplía años Ovidio Guzmán y que, por “casualidad” se encontró a Consuelo Loera Pérez, madre del criminal procesado y sentenciado en Estados Unidos, a la que saludó de mano, a pesar de estar en todo su apogeo la pandemia de Covid-19. Cuando se le preguntó la razón de saludarla, respondió que se trató de una acción de respeto para una adulta mayor. Ese mismo día, el presidente bajó de su camioneta blindaba y caminó rodeado de los criminales que estaban en el festejo.
López Obrador acude a ese municipio, en marzo de 2020 acudió a supervisar la obra y fue cuando se dio el controvertido encuentro con Consuelo Loera Pérez, a quien saludó de mano pese a que estaba ya presente la pandemia del coronavirus (COVID-19).
Y ahora ¡otra vez!
¿Es la visita anual?
No es novedad la especie que se difundió desde la campaña: El Chapo aportó cuantiosos recursos a la campaña presidencial de Andrés Manuel López. El asunto, por supuesto, fue repetidamente desmentido incluso por el propio primer mandatario.
Sin embargo, sus constantes visitas -es el único municipio en el que ha estado presente 3 veces, mientras en la Ciudad de México no se atreve a realizar ninguna gira- y el anuncio de no tener prensa en la que realizará el sábado, mueve a sospecha y genera la percepción de que le debe algo o mucho al que fue considerado “enemigo número 1” por la DEA y el FBI.
Sin elementos que comprueben lo que se dice, simplemente recuerdo el hecho porque el silencio e intentar ocultar lo que podría pasar -a lo mejor ni lo reciben los criminales y su mamá (de el Chapo)- constituyó un garrafal error que, sin duda, tendrá consecuencias.
Sabido es, porque lo informó personalmente, que tomó la decisión de liberar a Ovidio Guzmán después del enfrentamiento entre el grupo que lo acompaña y la Guardia Nacional apoyada por el Ejército y captura en Culiacán, mientras se encontraba en Oaxaca e incomunicado porque falló el teléfono satelital.
Su argumento para tal acción fue simplista: evitar la muerte de civiles.
Hasta ahora nada queda claro de esa decisión.
Y ahora, cumpliendo con su agenda, irá por tercera ocasión. ¿Se vale?
Como preguntaban el martes: ¿qué dan en Badiraguato?
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.