Por Jesús Michel Narváez
Enviar un comunicado en el que, siguiendo los pasos de su jefe, se plantean acusaciones en abstracto, sin sustento y con mala leche en contra de aquellos que no compartimos el sesgo del gobierno federal, no deja de ser un despropósito.
Según el diputado plurinominal -no vota por él ni su familia- Ignacio Mier Velasco, los que se oponen a la Consulta Popular “enemigos de la democracia”.
“Hoy vemos cómo se ponen de acuerdo los partidos de derecha, el INE y los grupos de poder para boicotear la consulta popular. Tienen miedo a que la gente tenga una mayor participación en la vida política de México. Temen perder privilegios y optan por la falsa información para continuar con su manto de impunidad”, puntualiza.
En su comunicado expone: quienes afirman que es un ejercicio infructuoso porque lo que se intenta consultar ya está establecido en la ley, olvidan que la corrupción y la impunidad surgen porque la ley es letra muerta, sin eficacia social ni el respaldo popular.
Y peluquea sin ton, aunque sí con son, cuando afirma que “existe grupo político que con argumentos falsos y denostaciones intentará a toda costa “descarrilar” un ejercicio democrático inédito para México, como es la consulta popular”.
Diría en lo personal: ¿qué grupo, quiénes lo integran y de qué partidos u organizaciones de la sociedad buscan descarrilar la consulta?
Habría que reclamarle al diputado y al partido oficialista que no hayan trabajado para evitar que la ley sea letra muerta. Es la responsabilidad del Congreso de la Unión LEGISLAR que significa: Elaborar o establecer leyes para gobernar un país.
Desde la comodidad de intocable, es simple acusar a los otros y no comprobar nada. Si la Ley es letra muerta, insisto, hay que sancionar a los diputados por no corregirla y exigir a las autoridades de procuración de justicia y al mismo tiempo al que la administra -Ejecutivo y Judicial- que la hagan valer.
Recordar que el presidente de la República y todos los funcionarios federales, estatales y municipales protestan cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen y si no lo hacen, que la Nación se los demande.
Hemos demandado, como parte de la población, que el presidente se apegue a la Constitución y que no viole las layes. Lo hemos hecho como reclamo a los legisladores que, atendiendo la orden presidencial -cuestionable o no- se pasen por el arco del triunfo las leyes.
Mier ha dicho, parafraseando a su jefe que, si la Constitución prohíbe cualquier medida que se quiera tomar al margen de la misma, ¡pues que se cambie, se reforme y punto!
“Denunciar” en un comunicado y no ante la Fiscalía Para Delitos Electorales, que los partidos políticos de derecha están intentando llevar a cabo un boicot en contra de este ejercicio, el cual, en sus palabras, ha sido avalado por el propio Instituto Nacional Electoral (INE).
¿Cuántos partidos hay de derecha? Oficialmente solo se conoce uno: el PAN. ¿Por qué no lo llama por su nombre?
Y sobre los argumentos falsos, miente. Quienes están presentando al elector falsedades son los de Morena comenzando desde el Presidente de la República. La Consulta no es para juzgar a los expresidentes, según determinación del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Son ustedes, diputado, los que mienten y engañan con falsos argumentos.
¡Ya basta de mentir, de engañar y de ocultar los robos familiares, disfrazándolos como aportaciones a la causa!
El peligro está a la vista y solamente un carente de visión no lo mira.
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