Por Jesús Michel Narváez
Obsesión, no tiene otro nombre ni definición la mal llamada consulta para juzgar a los expresidentes. Lo he dicho y lo repito: la Suprema Corte de Justicia de la Nación no avaló la pregunta que pretendía hacer el Presidente -porque fue quien envió la solicitud- y se modificó para preguntar “…estás de acuerdo en juzgar a los actores políticos del pasado…”.
De suyo, la justicia no se consulta. Se aplica la ley cuando el proceso ha terminado y se debe fijar la sentencia.
Hay que recordar la expresión de Lope de Vega al preguntar ¿Quién mató al Comendador?… y al unísono se escucha Fuenteovejuna. A diferencia de lo que se cree Fuente Ovejuna es un municipio español de la provincia de Córdoba, Andalucía. Y la obra fue publicada en 1629. Y el talentoso poeta y dramaturgo del siglo de oro español y se basó en un hecho real ocurrido dos siglos antes.
Imaginar que “todo México se convierta en Fuenteovejuna” y no por los amoríos de Laurencia, quien rechazó al Comendador, sino porque se pretende abandonar el Estado de Derecho que rige los destinos de la nación.
No defiendo a ninguno de los expresidentes que se mencionan en la campaña emprendida desde Palacio Nacional. Si el presidente de la República, la Fiscalía General y la Unidad de Investigación Financiera tienen pruebas que demuestren los delitos que le imputa, con la denuncia se abre la carpeta y se allega la información que ratifique la acusación.
No se pregunta a mano alzada si se quiere juzgar a la mamá del Chapo. Si hay elementos probatorios se consiga y punto. Los ministerios públicos harán el acopio de pruebas, las presentarán ante el juez de control y éste decidirá si obsequia o no la orden de prehensión para iniciar el proceso penal.
Ante el fracaso del Gobierno federal en todos los ámbitos, lo mismo en atender la salud que la educación; de igual manera frenar la violencia criminal, en la que prevalece la idea de que se combate desde su raíz y son mejores los abrazos que los balazos; en la economía, ni qué decir. Desde el primer año de mandato, el crecimiento fue nulo. El siguiente, el de la pandemia, cayó 8.5 por ciento del PIB; los inversores de papeles gubernamentales, los están vendiendo; el empleo no se recupera y no se han creado nuevas plazas; la escasez de medicamentos es una realidad insoslayable; los feminicidios aumentan de manera alarmante al igual que las masacres y un largo etcétera que conduce al presidente López ha tirar cortinas de humo para que la gente olvide todo en lo que ha fallado.
Al iniciar la campaña en el Estado de México, el dirigente, que no líder, de Morena, Mario Delgado hizo el llamado a que todos voten y se pueda enjuiciar a los expresidentes del neoliberalismo.
Ante ello, Vicente Fox hizo lo contrario: pedir que nadie vote, porque se trata de una farsa.
Delgado respondió en su cuenta de Twitter:
@mario_delgado
No sólo se robó la elección de 2006, también Felipe Calderón se dedicó a convertir a México en un cementerio. Nunca olvidaremos que su secretario de Seguridad Pública cobraba también en la nómina del narcotráfico.
Omite, por supuesto, que al término de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto quedaban espacios en los cementerios. En el actual, se tienen que cremar los muertos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. En solo dos años de mandato, la cuatroté rebasa las cifras registradas en 12 años anteriores. Si la tendencia se mantiene, doblará los números de sus antecesores.
Lo grave del tema es que ni el INE ni la SCJN se han pronunciado sobre lo qué publicita el presidente y sus fanáticos empleados. La pregunta no corresponde a lo aprobado. ¿Acaso en la boleta aparecerán los nombres de quienes antecedieron en el gobierno federal?
Ojalá y México no se convierta en Fuenteovejuna.
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