*A Mancera no se la Cayó el Metro; a Claudia, sí
*Incendio del Centro de Control Evidenció Fallas
*Mantenimiento, la Palabra Clave en la Operación
Por Gerardo Lavalle
A.- A diferencia de la opinión vertida el lunes en contra de The New York Times, después de el dictamen de la empresa DVD no se acordó de su hermano: no dijo no pío.
Sí, el presidente López dejó en el vacío el tema. Quizá porque coincide con lo publicado por el influyente rotativo.
Los datos del dictamen hablan exactamente de lo mismo que se escribió en el reportaje difundido el domingo 14.
Más allá de que todo mundo sabía que el accidente -no incidente como lo describen en el Gobierno federal avalando al de la Ciudad de México- se debió a una falla estructural, el filón de lo que se informa es el político.
Son tres personajes de alto nivel involucrados: Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum. Del segundo nivel, Florencia Serranía. Y del pasado los dos secretarios de obras en la gestión del hoy titular de Exteriores: Jorge Arganis (2006-2009) y Fernando Aboitiz (2009-2012).
El dictamen se enfoca a las fallas en la construcción, lo que equivale responsabilizar a las empresas que edificación la Línea 12: Ingenieros Civiles Asociados (ICA), en asociación con Alstom Mexicana y Carso Infraestructura y Construcción.
¿Hubo corrupción? El dictamen pronostica que sí. En los materiales utilizados -cementos de diferentes calidades- y en la supervisión.
¿Hasta dónde hay responsabilidad del entonces Jefe de Gobierno?
En apariencia, toda.
Un dato revelado por el Times: en respuesta a una pregunta del equipo de reporteros, Ebrard respondió que la obra se inició sin un proyecto ejecutivo definitivo. Lo confirma la empresa noruega.
Más datos que enfilan hacia el aspirante presidencial: las prisas por inaugurar la obra orillaron a los contratistas a realizar jornadas extras sin la supervisión adecuada.
¿Entonces quién es el responsable?
Ebrard se defiende exigiendo las bitácoras de mantenimiento durante la gestión de su sucesor, Mancera.
Éste responde: están todos los archivos a su disposición y se encuentran en las instalaciones centrales del Metro. Todo el mantenimiento se realizó conforme a los protocolos.
Aunque el dictamen preliminar no profundiza en el tema -habrá otros dos-, no toma en cuenta que durante el terremoto del 2017 “la estructura no colapsó” y que ya se habían realizado las obras de ajuste de vías en el tramo elevado en cuyas curvas los convoyes corrían el riesgo de caer.
Y, además, habría que poner en la mesa del análisis una pregunta: ¿Por qué no se colapsó la estructura en el terremoto? A Mancera no se le cayó el metro. A Claudia Sheinbaum, sí.
A 2 años y 5 meses del actual gobierno de la Ciudad de México, las fallas del Sistema de Transporte Colectivo se han multiplicado. El 9 de enero en el PCCI (Puesto Central de Control I) del Metro se registró un incendio que saco de circulación 5 líneas del sistema. Por el evento se descubrió que no había subdirector de mantenimiento y que la plaza la ocupaba la propia directora, Serranía.
B.- Durante el colapso del Puesto Central de Control, la directora del Metro brilló por su ausencia. Lo mismo en la tragedia del 3 de mayo. No ha dado la cara en ningún momento.
Desde entonces, las dudas prevalecen sobre su eficiencia en el cargo y la razón para mantenerla en el cargo pese a las deficiencias mostradas.
El 12 de marzo de 2014, cuando el Sistema de Transporte Colectivo anunció que la Línea 12 suspenderá servicios en 12 de sus estaciones por “problemas de construcción”, durante seis meses o hasta que se “realicen los estudios, correcciones y mantenimiento necesarios para resguardar la seguridad de los usuarios”, se puso de manifiesto las “irregularidades” en el desarrollo de la obra.
En aquellos tiempos se suponía un enfrentamiento personal entre Mancera y su antecesor, que durante 6 años fue su jefe. Todavía se presume que entre ambos personajes hay claras y profundas diferencias.
Ebrard se autoexilió. Primero París, después Nueva York y finalmente Washington. Mientras, en la Ciudad de México el problema de la Línea Dorada hizo que pasara a Cobriza. Los ingenieros y estructuristas que realizaron la supervisión y dictaminaron los errores, evidenciaron a los originales constructores. Informes periodísticos dieron cuenta de que la reparación la absorbió la empresa de Carlos Slim, lo que no deja de ser reconocimiento de las fallas.
Ebrard disfrutaba las mieles en su segunda patria: Francia.
Su regreso a México fue triunfal. Del ostracismo al poder público. De suspirante presidencial en 2017-18 a secretario de Relaciones Exteriores. Jamás había tenido un cargo relacionado con la diplomacia. Siempre estuvo en la parte política. Llegó a ser el secretario general del PRI en el entonces Distrito Federal y desempeñó el mismo cargo en el partido que inventó Manuel Camacho Solís para después incorporarse al PRD que lo postuló a la Jefatura de Gobierno en 2006.
C.- La tragedia del 3 de mayo de 2021 colocó al responsable de la diplomacia mexicana en el huracán.
Todo apuntó a su necedad de inaugurar una obra antes de terminar su gestión y no permitir que fuera su sucesor, que ya había ganado las elecciones con la votación más alta de todos los gobernadores que fueron favorecidos por la ciudadanía en 2018.
Y el reportaje del Times, y el dictamen de la empresa noruega, confirman la presunta responsabilidad de Ebrard y su equipo de trabajo.
El colapso de la Línea 12 cobró 26 vidas y dejó a 79 personas hospitalizadas. (Una de ellas falleció en el nosocomio). Y desde mayo, el presidente López mandó al “carajo” asistir al lugar de los hechos. Un mes después, 33 días para ser preciso, los ciudadanos le cobraron la factura -entre otras muchas pendientes de pago- al gobierno federal, al de la Ciudad de México y al partido oficialista.
El secretario de Relaciones Exteriores tejió, durante una década cuando menos, el andamiaje que lo llevara a la Presidencia de la República. Estaba en el camino adecuado.
Y en 33 días todo indica que su proyecto quedó junto a los cuerpos de las víctimas: sepultado.
