La Trágica Historia de Mercedes
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Salón México”, película mexicana dirigida por Emilio “Indio” Fernández; con la actuación de Marga López (Mercedes), Miguel Inclán (Lupe López), Rodolfo Acosta (Paco), Roberto Cañedo (Roberto), Mimí Derba (directora del colegio) y Silvia Derbez (Beatriz); su estreno fue en 1949.
Mercedes se gana la vida como cabaretera, en el céntrico Salón México, para costear los estudios de su hermana menor Beatriz; pese a contar con el apoyo y amor secreto del policía Lupe López, el explotador Paco amenaza con revelar su secreto.
Aunque no era del agrado de Emilio “El Indio” Fernández el melodrama urbano, Salón México es su incursión en este género, y aprovecha la tragedia de una cabaretera para echar un vistazo a la sórdida y sombría vida nocturna de la ciudad, sin dejar de retratar su profundo nacionalismo que lo caracterizó como su sello personal.
ALMENDRA
En la Catedral del Danzón se oyen las notas del danzón “Almendra” interpretadas magistralmente por Son Clave de Oro que ameniza un concurso de baile en el que se disputa una copa y 500 pesos; Paco y Mercedes -padrote y fichera, respectivamente- ganan el premio, ella tiene una gran urgencia por el dinero, pero Paco no quiere compartirlo, así que lo sigue hasta un hotel y le roba los 500 pesos; de todo esto es testigo Lupe López, policía en el Salón México.
Este primer acto hace la presentación de los tres principales personajes del drama cabaretero: Paco el pachuco vividor, el cinturita, el explotador de mujeres, como el antagonista; Mercedes la cabaretera, la mujer explotada, que si es preciso robar lo hará, como la víctima; y, Lupe López el policía, quien se auto designa como el último representante de la ley, como un defensor de los oprimidos por la propia sociedad.
Pero ¿cuál es la urgencia de Mercedes por el dinero?
Es domingo y Mercedes sale bien vestida con algunos paquetes bajo el brazo, y va al colegio-internado donde estudia su hermana menor Beatriz, para pasear, pero a la salida de la escuela, Lupe las está esperando en la calle; al ver que el policía tiene la cartera de Paco en la mano, Mercedes le dice el motivo porque se encuentra ahí, Lupe comprende todo y les desea un buen día.
NEREIDAS
Paco se encuentra a Mercedes en el Salón México e inmediatamente se la lleva a un cuarto de hotel para ponerle una golpiza; Lupe López los ha seguido y entra a la habitación para defenderla, dejando a Paco incrustado en un ropero; posteriormente, Lupe le confiesa a Mercedes sus sentimientos hacia ella y su deseo de hacerla su esposa.
Las Nereidas, en la mitología griega, son ninfas del Mar Mediterráneo, y simbolizan todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar; son jóvenes y bellas que se suelen adornar con corales; de esta forma ve Lupe a Mercedes, sin importarle el mundo en que se desenvuelve, pues tras conocer su sacrificio la admira aún más y afirma al decirle: “usted es de oro puro, y el oro es oro en todos lados, hasta en la basura”.
Aunque parezca increíble, este representante de la ley, es un hombre íntegro que tiene 20 años en la corporación, cuenta con tres menciones honoríficas en su expediente y espera pronto ser ascendido a cabo; la rectitud del gendarme, no sólo en lo profesional sino también en lo personal, hace que vea las virtudes de la desdichada Mercedes, mientras que para los demás es una simple fichera.
La rectitud es la cualidad o virtud que mueve a la persona a realizar correctamente, con nobleza y transparencia, una acción o a cumplir un deber o disposición. La rectitud es sinónima de nobleza, de conciencia del deber, de fortaleza, de justicia, de integridad moral.
JUÁREZ NO DEBIÓ DE MORIR
La directora del colegio está examinando a las alumnas, que deben exponer un tema sorteado al azar; es el turno de Beatriz, quien debe hablar del heroísmo.
Y es aquí donde ese sello personal de Emilio Indio Fernández sale a flote, pues Beatriz señala que el heroísmo es el conjunto de acciones y virtudes del héroe, el espíritu de sacrificio, la abnegación que lleva al ser humano a realizar hechos sublimes por Dios, por la Patria o por sus semejantes; en todo sacrificio hay heroísmo que se manifiesta en muchas formas como el de los santos hacía Dios, el de los científicos hacia la humanidad, así como el anónimo heroísmo de la madre que en veces se envuelve entre la miseria y la desesperación para dar lo mejor a sus hijos, y el heroísmo de los que defienden a su Patria, sin importar que en ello les vaya la vida, luchando contra enemigos más poderosos por la tierra, aire o mar.
Aquí entra Roberto, un joven piloto del Escuadrón 201, hijo de la directora del colegio, que ha regresado al país, y se enamora de Beatriz; tanto la directora, como alumna y piloto representan al otro México, ese que es casto, blanco, puro, no sórdido como los arrabales nocturnos en que se desenvuelve la desdichada Mercedes.
UN MENEÍTO NO’MA
En el Salón México, la música, y el cantante de Son Clave de Oro entona “un meneíto pa’ca, un meneíto pa’lla”, mientras Paco le insiste a Mercedes que la quiere a lo macho y que le ayude en un atraco, pero ella es rotunda al decirle que mientras estén vivos no habrá nada entre ellos, y él la amenaza con que si algo le pasa ella será culpable, pues al negarse le echa la sal.
En vaivén de acá para allá, como dice la canción, es como se desenvuelve la película, pues la historia se alterna entre el mundo nocturno del club y el mundo ordenado del colegio; el cosmos nocturno de Mercedes es tórrido conforme con el carácter de sus habitantes, los músicos, los chulos, los turistas, los policías y las mujeres de carácter dudoso; mientras que el universo diurno en que transita Beatriz es de otro color, con oportunidades moral y socialmente aceptables, con un futuro junto a un héroe de la batalla de Okinawa.
También la cinta crea el contraste entre las dos especies del heroísmo: el del piloto y el de Mercedes la que hace lo necesario para sostener a su hermana cueste lo que cueste, dejando de lado al bondadoso y bienintencionado Lupe López, quien su hado moralista no salvará a Mercedes de su desgracia final.
Quizá la censura de la época hubiera visto con malos ojos que Mercedes fuera la madre de Beatriz, papel que en realidad asume, pero esto no demerita su noble sacrificio de un futuro mejor para ella y para su hermana.
El Salón México abrió sus puertas el 20 de abril de 1920, ubicado en la calle Pensador Mexicano No. 16, a unos pasos de la plaza Aquiles Serdán, cerca del Teatro Blanquita, y cerró sus puertas en 1962, fundamentalmente por disposiciones del regente Uruchurtu contra la vida nocturna de la ciudad.
Pero ¿la triste historia de sacrificio de Mercedes que surgió en el Salón México será mera ficción del pasado o aún habrá más mujeres que se sacrifican en el anonimato por sus seres queridos?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…