Expropiaciones sin Justificación y Alertas Contra México: Preocupación del Turismo

Itinerario Turístico

Por Arturo Lino Guzmán

Esta semana abordaremos dos interesantes temas: la expropiación del Club de Golf Campestre en Tijuana, Baja California, así como la última alerta emitida por el gobierno de Estados Unidos para que sus ciudadanos no visiten destinos en México

La anterior entrega dedicamos el espacio al tema de la recuperación de las playas en el país, que ha sido todo un acierto, pero también está la contraparte, cuando las expropiaciones de terrenos o inmuebles privados para destinarlos a la utilidad pública se hacen controversiales por dos razones: para ganar popularidad ante el electorado, por intereses personales y lo que sería peor, por revancha política.

El asunto es muy claro, el controversial gobernador Jaime Bonilla Valdez, decidió decretar el pasado 13 de abril, que el Club Campestre de Golf de Tijuana, propiedad de varios inversionistas, que sea convertido en el Parque Público, pero lo hizo, previo a elecciones, con el propósito de ganar simpatías que se puedan convertirse en votos en las próximos comicios.

El punto es que este campo de Golf, que fue ampliado y remodelado en 1948, luego que una década atrás había sido recuperado por el gobierno de Lázaro Cárdenas para ponerlo a disposición de la población, pero al término del mandato cardenista, la obra quedó abandonada, con pérdidas económicas cuantiosas. En las administraciones siguientes trataron de poner nuevamente este complejo en operación y se buscó más capital privado interesado en el proyecto de ampliar a 18 hoyos el campo que hoy rebasa los 500 mil metros cuadrados y que tiene un enrome prestigio para el turismo del estado, ya que muchos extranjeros adinerados llegaban a jugar su deporte en este campo, con lo que la ciudad y el estado de Baja California recibían una importante derrama económica.

Entre los inversionistas se encontraba Arturo Cruz González, quien fungía como presidente del mencionado Club, pero desafortunadamente se le ha considerado el adversario político, por decirlo eufemísticamente, de Jaime Bonilla y, quien posiblemente (posi-ble-mente), tuvo que ver para que no ampliara el periodo de Bonilla Valdez de dos a cinco años, ya que su mandato como gobernador concluirá el 30 de octubre de este año y no en 2024 como él pretendía.

Cabe recordar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó en 2020 la reforma que aprobaron los diputados del Congreso de Baja California para que Jaime Bonilla, estuviera al frente de los destinos de esa entidad tres años más, sin embargo como dice la canción de Ingrata Pérjida de Chava Flotes: “pero fallóte”. De ahí que se hable de una revancha política y de un resentimiento que el mandatario bajacaliforniano tiene hacia quienes son sus oponentes en la arena política. La expropiación busca entonces, crear una imagen de un mandatario preocupado en los ciudadanos.

Esta expropiación levantó muchas sospechas, dudas e indignación, y por ello en el fondo se crea un animadversión  en contra de las administraciones surgidas del partido en el poder, pues en lugar de buscar una salida para que parte del club se utilizara también para la práctica del deporte, la cultura y la recreación, se optó por lo más fácil, expropiar terrenos con infraestructura, con lo que se manda una mala señal a los inversionistas nacionales y extranjeros. Ojalá esto no repercuta en el sector turístico.

Otra de las informaciones que también causa revuelo es el hecho de que las alertas emitidas por el gobierno de Estados Unidos en contra de México junto a otros 179 países, apenas hace un par de semanas, es un asunto que nos afecta, pues el flujo de turistas norteamericanos al territorio nacional es vital para mantener el nivel de llegada de divisas.

Ante ello, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Turismo, expuso su preocupación por la modificación en la recomendación de viaje a Nivel 4, emitida por las autoridades de los Estados Unidos de América (EUA).

La medida sugiere no viajar a 180 países, entre los que se encuentran: Alemania, Brasil, Canadá, España, Filipinas, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Perú y Qatar, entre otros. Dicha acción repercute de manera bilateral en la reactivación turística y de conectividad con la región de Norteamérica.

En 2019 el mercado turístico entre México y los Estados Unidos alcanzó un volumen de 173 millones 364 mil visitantes internacionales entre los dos países, correspondiendo 92 millones 94 mil visitantes de Estados Unidos a México, y 81 millones 270 mil visitantes de México hacia Estados Unidos.

Este volumen de visitantes internacionales entre los dos países representó un gasto total de 26 mil 873 millones de dólares, de los cuales los estadounidenses gastaron en México 18 mil 617 millones de dólares, y los mexicanos ejercieron en Estados Unidos un gasto de 8 mil 256 millones de dólares.

Restringir la movilidad productiva, turística y de negocios al inhibir el flujo de viajeros entre los dos países representaría una pérdida para las dos economías, en el interior, en la zona fronteriza y en el mercado de cruceros.

En adición, el flujo aéreo de EUA hacia nuestro país en 2019 fue de 10 millones 775 mil 249 vuelos, cifra que demuestra la creciente conectividad entre nuestros países. Lo anterior tiene implicaciones en los intensos intercambios de tipo económico, turístico, social y de bienestar, y repercute sobre familias y comunidades de ambos territorios. Esta agenda ha representado, para el caso de México, un 8.7 por ciento del PIB  en 2018.

La pandemia ha sido uno de los motivos más poderosos para que muchos turistas no viajen al extranjero a pesar de que las medidas sanitarias son estrictas, pero la causa probable es el cómo ha atendido México la emergencia que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) deja mucho de desear.

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