El presidente del Senado, Eduardo Ramírez refrendó el compromiso y el interés de la Cámara alta de actualizar el marco jurídico en materia de trata de personas y si es necesario, dijo, procurar el acercamiento entre los poderes legislativos de Centroamérica, Estados Unidos, de Canadá o de otras regiones del mundo para afianzar criterios institucionales y legales, donde se permita tener una vida segura para las mujeres y para las niñas.
Al participar en el “Primer Congreso sobre Prevención y Sanción de la Trata de Personas”, organizado en el Auditorio del Museo de la Guardia Nacional el senador de Morena mencionó que, se podrá legislar por consenso porque va más allá de los intereses partidistas,
“Estoy completamente convencido que en esta materia no puede haber intereses partidistas. Los intereses de nuestra sociedad están por encima de todo”, indicó.
Eduardo Ramírez reconoció que, aunque hay avances para combatir este flagelo aún falta mucho por hacer y por ello destacó la importancia de que se realicen este tipo de foros.
“Desde el Senado, nos sumamos y reconocemos este esfuerzo, pero también señalamos lo que hace falta por hacer. No hemos avanzado lo suficientemente. Quizá en este momento, en esta Ciudad, hay mujeres sufriendo de este delito, de trata de personas, amenazadas, vulneradas. Hagamos conciencia de ello. Si lo hacemos, estamos dando un paso importante en la solidaridad humana y en la solidaridad con las niñas y mujeres del mundo”, indicó.
El legislador aceptó que el delito de trata de personas es devastador para la vida de las víctimas y en especial para las niñas, por lo que se pronunció por no perder de vista este ilícito y trabajar de la mano con otras naciones para abatirlo.
“México no puede enfrentar solo este delito que se da recurrentemente en las fronteras de nuestro país. Muchas mujeres son amenazadas. Algunas, las hemos encontrado, con miedo, con dolor, vulneradas, con hambre, sin un techo, sin siquiera saber recurrir a la autoridad porque están amenazadas de muerte; y van en búsqueda de ayuda, y a veces somos tan egoístas que cuidamos solamente nuestra familia o a quien conocemos”, aceptó.
En este sentido pidió a las autoridades ser sensibles con las víctimas y no le negarles la ayuda que necesiten cuando venga en una situación de esta naturaleza. “Ellas viven en un miedo profundo en las calles, en la prostitución, porque las obligan. Y este es un delito que debemos de poner especial atención”, indicó.
