La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, viajará este próximo mes de junio a México y a la región centroamericana, según informó este miércoles a EFE una fuente de la Casa Blanca.
Harris, que está encargada desde marzo del tema migratorio en la Casa Blanca, ya anunció la semana pasada su intención de visitar pronto la región para “hacer frente a las causas de raíz” que generan la migración, aunque no había fijado una fecha.
Por el momento se sabe que la vicepresidenta visitará México y Guatemala. La Casa Blanca no ha confirmado aun si el viaje tendrá paradas en El Salvador u Honduras, los otros países del Triángulo Norte.
Son los ciudadanos de estos tres países los que suponen la mayoría de los migrantes que llegan sin documentos a la frontera estadounidense con México.
Antes del viaje en junio, Harris se reunirá este próximo lunes en formato remoto con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, con el que hablará sobre “cómo trabajar juntos para abordar las necesidades inmediatas de ayuda del pueblo guatemalteco, así como profundizar la cooperación sobre migración”, indicó la Casa Blanca en un comunicado enviado a EFE.
El martes, tras la reunión con Giammattei, Harris participará en una mesa redonda con representantes de organizaciones comunitarias guatemaltecas, un encuentro auspiciado por la Embajada de Estados Unidos en Guatemala.
En esa reunión, la vicepresidenta “destacará la importancia de colocar a los guatemaltecos al centro de las soluciones de las causas fundamentales de la migración”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, designó a Harris como la encargada para frenar la migración desde Centroamérica y coordinarse con El Salvador, Honduras y Guatemala para combatir los problemas de violencia y corrupción que provocan la huida de sus ciudadanos.
Harris habló por última vez con Giammattei el pasado 30 de marzo y ambos acordaron colaborar en “la creación de condiciones para ampliar las oportunidades para las personas en sus países de origen, con el fin de abordar las causas fundamentales de la migración”.
La migración irregular de Centroamérica a Estados Unidos ha crecido en los últimos meses y se ha convertido en la piedra en el zapato del Gobierno de Biden en sus primeros meses en el poder por el colapso del sistema de acogida.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera “está cerrada” y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe en números récord.