Por Jesús Michel Narváez
Pasaron 20 días y el producto comprado no llegó al domicilio.
Cuando se hizo la adquisición se informó: en 8 días lo tiene en su casa.
Al no recibirlo, se llamó al Call Center de la empresa. El personaje que contestó, que parece leer un guión y nada más, no encontraba el pedido. Ya estaba pagado desde el mismo día en que se formuló. Minutos de transferencias. Nuevas voces. Y sin respuesta concreta.
Finalmente, el contestador último precisó: estamos reenviándolo.
Y colgó.
Se le volvió a marcar y se pidió hablar con quien había otorgado un folio para darle seguimiento al producto.
Largos minutos para encontrarlo. Seguramente hay decenas de telefonistas respondiendo las quejas de los clientes.
“Se cortó la llamada”, dijo para añadir: “En 8 días hábiles tendrá su artículo en el hogar”.
Pasaron los 8 días. Se acudió a la tienda en donde se hizo la compra. El encargado de las “netas por línea” hizo una propuesta: “Cancele para que le regresen su dinero”.
La respuesta: “Oiga, compré un artículo porque me hace falta… no vine a perder mi tiempo”.
Acto seguido, expresó: “Llame al Call Center… y con su número de folio, le darán una respuesta”.
Antes de sucumbir por el coraje y ante la pregunta: ¿No pueden mandar el producto aquí a la tienda?
Y oh, sorpresa. “No, porque son artículos que no tenemos en existencia y los proveedores son los responsables de las entregas”.
(¿)
Entonces se le preguntó: “¿Cómo que no tienen los productos en existencia si los anuncian en su página web?
-Pues no. Dijo de manera burlona. Usted compra, nosotros enviamos el pedido al proveedor y después se lo entregan. Si no hay en existencia, entonces le regresamos su dinero.
Había pasado ya 20 días.
Ante los reclamos llegó un correo electrónico que a la letra dice: “¡Tu solicitud de devolución del pedido 101529064327 ha sido atendida !
“Te enviamos los pasos a seguir para completar el proceso, cabe mencionar que solo cuentas con 7 días naturales a partir del envío de este correo para entregar tu producto.
“Te otorgamos una guía para el proceso de devolución, es importante des continuidad a este retorno con los siguientes pasos… vienen 4 puntos.
El cliente al leer el mensaje llamó, ¡otra vez! al Call Center. Estupefacto por el texto enviado y le dijo a quien contestó: “Oiga, yo no me pedido ninguna devolución. Quiero el producto que compré”.
La cínica respuesta: “Lo que pasa es que no tenemos el producto y el proveedor no cuenta con stock”.
¡Eso es fraude!, le replicó el cliente. “Los voy a denunciar ante Profeco…” cuando se escuchó la voz del otro lado del auricular: “haga lo que quiera… vaya a la tienda donde compró el artículo dentro de 7 días hábiles. Ahí le dirán cómo va su trámite de devolución.
Será el sereno, pero Walmart comete un fraude al anunciar productos que no tiene en existencia y no se percata de que sus proveedores cuenten con los artículos que anuncia.
Es publicidad engañosa.
Por lo pronto, la poderosa empresa abusa de sus clientes y, con esa actitud, ya perdió cuando menos uno.
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