*Como en los Viejos Tiempos, Abren Expedientes
*Propuesta en el INE Para Evitar el Chapulineo
Por Jesús Michel Narváez
Benito Juárez ha sido emblemático por sus acciones de gobierno y personales. Su decisión de enfrentar al invasor e inaugurar una presidencia itinerante sin dejar de ejercer el poder, llevó a México a iniciar la ruta que marcó el destino de México: un país de leyes.
Tuvo sus arranques que podrían calificarse como “el amor al poder” –algo similar al tiempo actual- e incluso intentó mantenerse en la Presidencia más tiempo del mandatado por el pueblo.
En el CCXV aniversario de su natalicio, podría revolcarse en su tumba. Tomado como ejemplo para imponer la “cuarta transformación”, su legado ha sido destruido. Porque Juárez tenía principios jurídicos, de legalidad, de honestidad y honradez que han resistido 160 años. Colocarlo en el centro de un gobierno que divide al país, algo contrario al juarismo, que denigra a quienes no comulgan con sus ideas, que enfrenta y prácticamente desconoce los Poderes de la Unión, no son ni siquiera una mala copia del proyecto de nación que construyó en base a la LEGALIDAD.
Juárez no fue, en efecto y comprobado, tapadera de nadie. A diferencia de ahora que se encubre a familiares cercanos, tan cercanos como los hijos, los hermanos, los primos hermanos, los compadres y los “cuates”.
El oaxaqueño pasó a la historia, como Hidalgo, Guerrero, Morelos, por colocar primero a la Patria y a la nación en busca de la independencia que finalmente se proclamó con la intervención de Iturbide y la inteligencia de Guerrero.
Desde entonces hasta la fecha, difícilmente se encontraría un Presidente que actuara contra el país, su pueblo, sus instituciones.
Pero todo llega a su fin cuando las ambiciones rebasan la inteligencia, cuando se tiene, y ahora Juárez podría cuestionar el manejo de la cosa pública en la que solamente se utiliza su nombre para llevar al país a la descomposición.
Juárez jamás se quejó por las críticas. Juárez jamás enfrentó a los mexicanos. Juárez separó a la Iglesia del Poder Público y cerró, para siempre –es de esperarse así- la puerta a los clérigos de cualquier religión para intervenir en la vida política. Hoy se admiten partidos evangélicos y se “respeta” a los criminales, a los que se omite llamarlos por sus apodos y se les antepone el “señor”.
Los tiempos cambian y la política también. Si Juárez osara enfrentar al Poder Judicial, que presidió y de ahí llegó a la Presidencia de la República, toparía con pared y se le recriminaría su posición. Porque su mística fue respetar la SEPARACIÓN DE PODERES, la Independencia de sus integrantes, aunque no compartiera las decisiones judiciales. Pero las entendía. No hay que olvidar que su profesión fue la abogacía.
Hoy se hace todo lo contrario. Se habla de “no somos como los de antes” y se actúa como los de “antes”. Con una marcada diferencia: la soberbia en los modos de hacer las cosas.
Si el actual presidente fuera juarista como lo pregona o maderista, sería demócrata. La democracia no es propiedad de un segmento de la población. Es de todos: ricos, clases medias, pobres. No se entiende que cuando se llega al poder se gobierna para todos. Las fobias contra aquellos que no dejaron que pasara la raya en 2006, se ha convertido en obsesión destructora. Acabar con todos los “adversarios” –sinónimo de enemigos- porque “el país ya cambió” ha conducido a México a un lastimoso estado de división y con muestras de debilitamiento en sus estructuras jurídicas.
Para quienes han estudiado las políticas juaristas, el actual gobierno en nada se compara. Y eso irrita a quien quiere pasar a la historia como el “mejor presidente de México” con lo cual sepultará la figura de quien sembró la semilla para una gran Nación.
METEORITOS
En Nuevo León ya se advierte el avance de Adrián de la Garza, candidato del tricolor. Como en los viejos tiempos –que se asegura han desaparecido- se abren expedientes judiciales, o se dice que están activos algunos del pasado, para frenar el probable triunfo del priísta. Las apuestas desde Palacio Nacional están con Clara Luz Flores y por ello se busca involucrar en acciones jurídicas a Ildefonso Guajardo, que quería ser candidato y Alejandro Moreno no lo dejó pasar. Pero está en la campaña de Adrián la Garza y está dedicado a los foros económicos, tema que domina y que importa a los regiomontanos. *** Mucho ruido y pocas nueces el nuevo logotipo del Consejo Coordinador Empresarial. Si con el cambio la relación con el gobierno federal fuera diferente, sería un éxito. Es todo lo contrario. El presidente en turno del CCE, Carlos Salazar Lomelí presume la nueva identificación como si se tratara de una panacea que permitirá a los sectores empresarial, industrial, comercial y de servicios reencontrar el camino para su desarrollo. Es todo lo contrario. Hay que leer lo que dicen el presidente López y su empleado dirigente de Morena: el Poder Judicial protege a las minorías rapaces. ¿Sirvió de algo el cambio de imagen? *** Mal y de malas le ha ido Félix Salgado Macedonio en la primera semana de campaña formal. Rechazo de ciudadanos, protestas y cancelación de eventos. Lo de Taxco pasará a la historia. Enterado de que habría una protesta de grupos feministas decidió regresar a sus corrales y no asistir al evento programado. Como dicen en el pueblo “para eso me gustaba”.
BRILLA EL SOL
Resulta sorprendente que para la alcaldía de Cuauhtémoc en la Ciudad de México la dirigencia de Morena en la capital del país no haya reconocido el trabajo de Néstor Núñez durante los casi tres años de ser el responsable de la gobernanza en la demarcación. Se impuso el poder de Dolores Padierna y René Bejarano. La batalla está definida. *** Aunque no sea constitucional ni se encuentre en la Ley General de Partidos Políticos, tejer la propuesta desde el INE para impedir que legisladores federales postulados por un partido lo abandonen y se sumen al mayoritario para darle la mayoría ficticia, es una excelente idea. Los autores de la propuesta son Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Se evitaría que los y las diputadas dejen el partido que los postuló y se acomoden en otros solamente para tener reflectores, aunque no legislen. La duda es si prosperará la idea y si los que se sienta afectados recurrirán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para reclamar sus derechos políticos. *** Uno los secretarios de estado con menor presencia mediática es el titular de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Román Guillermo Meyer Falcón aunque sus responsabilidades son mayores. Quizá se cuida en extremo para que le endilguen una estafa maestra. Poco se sabe del trabajo que realiza.
CHOQUE DE METEOROS
La confiscación de vacunas contra el Covid-19 ocurrida en Chetumal y que presuntamente se llevarían a Honduras, alcanzó a embarrar al titular de exteriores, Marcelo Ebrard. Sería la segunda entrega que se hace a aquel país sin que medie explicación alguna. Lo único que se dijo en la primera ocasión es que se trata de una nación que no tiene recursos para comprarlas.
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