*Con los Mismos Vicios que Criticó, Morena se Hunde en los Errores del Pasado
Por Miguel A. Rocha Valencia
Corrupción, opacidad, agandalle presupuestal, injusticias, complicidades criminales, imposiciones, mayoriteo legislativo, venganzas, reparto de privilegios y en suma, malos gobiernos, fueron los factores que aprovechó el Mesías de la 4T para treparse al poder.
Todos esos vicios que hoy se replican, serán los que llevarán a Morena a la derrota electoral, aunque en Palacio Nacional presuman de encuestas favorables y un número inexistente de electores que, tal vez alguna vez sumaron 30 millones pero que no son su base electoral, incluyendo la que tienen bajo sueldo.
Ni la compra de simpatías a través de programas clientelares, que por la misma corrupción que exhiben se volvió un arma de doble filo, le permitirán a la Cuarta cubrir sus errores, corruptelas, falta de empatía con el pueblo real, empresarios, políticos de oposición, medios, periodistas, organizaciones sociales y demás.
Mostró el Ganso de Macuspana que era capaz de exhibir todos los vicios del pasado que están en su ADN priista o perredista traicionando los principios de una izquierda que le entregó el liderazgo o lo pervirtió. Resultó más conservador y neoliberal, más corrupto que sus antecesores.
Ahí están las muestras, la total opacidad en el gasto público, los “guardaditos”, ahorros y recuperaciones por billón y medio de pesos, los 95 mil millones de la partida secreta que nadie explica dónde quedaron, la ordeña de los programas sociales por parte de los superdelegados y los servidores de la nación.
La entrega de dinero, concesiones y contratos a la gran familia presidencial iniciando por los hijos que en su vida trabajaron y que, sin embargo, disfrutan de lujos y recursos de dudosa procedencia; los hermanos que lo mismo recolectan para la causa que reciben favores para ellos, sus esposas, primos o compadres.
Ahí están Rocío Nahle y los contratos de su compadre en Puerto México, los de los Bartlett, el enriquecimiento de Irma Eréndira, su hermano y su consorte, los Robledo, la ignorante de Ana Gabriela Guevara que salió buena para el atraco, de los Pío y su esposa ni hablar, de la prima menos, del manejo del Banco del Bienestar, del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado pero, sobre todo, los “ahorros” que se transformaron en déficit presupuestal y que maneja directamente el pontífice de la 4T.
Es decir, lo mismo, pero más burdo. En su momento apuntamos en este espacio que en el régimen de Enrique Peña se robaron al menos medio billón de pesos al año del presupuesto, hoy la cifra parece triplicarse. Aquél sustituyó el dinero destinado a inversión con recursos privados, éste ni eso, por eso no crece la economía.
Pero si eso fuera poco, en este régimen se regresaron 30 años en las luchas de la oposición política con el partido en el poder, Morena avasalla, no dialoga, impone la línea que a “ciegas” le dictan desde Palacio Nacional.
Ahí está como ejemplo el “mea culpa” del perredista Jorge Gaviño Ambriz cuando afirma que en la Ciudad de México había una gran expectativa por su primer Congreso que, en vez de consolidar la nueva Constitución, lograda por la lucha de la izquierda, el objetivo no se cumplió y la mayoría morenista y sus aliados le falló al electorado, pisoteó su carta Magna y el grupo mayoritario “nunca entendió su responsabilidad como contrapeso del poder Ejecutivo”.
Dijo que inició la Legislatura violando los conceptos más básicos para la integración del Congreso: construyendo grupos parlamentarios a modo para alterar los equilibrios del Congreso y anular a la oposición.
Diputadas y diputados elegidos por Morena, se pasaron al PT y al PES para fortalecer a sus aliados y además controlar los órganos de gobierno: La Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva.
En su informe, Gaviño Ambriz apuntó que el grupo mayoritario siguió la línea del Ejecutivo cayendo en absurdos de priorizar cosas tan triviales en la actual crisis, como combatir al muérdago en vez de atender con urgencia el suministro de medicamentos y equipamiento en hospitales.
En suma, para Gaviño Ambriz, los diputados de Morena y aliados, actuaron por consigna en vez de priorizar necesidades del electorado al que no escucharon, pero traicionaron, incluso rehuyendo el debate parlamentario.
Sí, igual que los otros, y como aquéllos, estos pagarán el precio en las urnas, seguramente intentarán ignorar la factura, pero no van a alcanzar lo que se les dio en 2018. En sólo dos años mostraron el cobre, se exhibieron como lo que son, oportunistas, hijos de aquéllos a quienes quitaron el poder sólo para seguir corrompiéndose y saquear las arcas públicas con mayor cinismo y vulgaridad.
