Por Jesús Michel Narváez
De pronto ha surgido una enorme preocupación en el Gobierno federal por los criminales mexicanos que se encuentran detenidos en cárceles de Estados Unidos.
Ya lo dijo desde hace tiempo el presidente López que a El Chapo lo llamaría y lo hace, señor Guzmán.
Y ahora tiene interés en conocer el proceso del exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, conocido como El Diablo, y quien se encuentra confeso de participar en una conspiración internacional para distribuir cocaína, metanfetamina y mariguana a cambio de recibir cuantiosos sobornos, por lo que fue sentenciado a 20 de prisión y 5 años más de vigilancia.
Nayarit parece ser la entidad favorita del ciudadano Presidente.
De ahí surgió la denuncia en contra del general Salvador Cienfuegos de estar relacionado con el cártel H-2 y de haber recibido millonarios sobornos de acuerdo con la, aparentemente, fallida investigación realizada por agentes de la DEA durante una década. Por cierto, hace un par de días el presidente López informó que el Departamento de Justicia de EU decidió retirar los cargos en contra del militar, aunque no hay confirmación oficial por parte de la Fiscalía General de la Unión Americana.
El exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval en cuyo periodo se desempeñó como fiscal Veytia, ha sido señalado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de presuntos vínculos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
«Funcionarios como Roberto Sandoval Castañeda […] se enriquecen cruelmente a expensas de sus conciudadanos, ya sea que estén recibiendo sobornos de organizaciones de narcotráfico o participando en una variedad de otras actividades ilícitas, estos y otros funcionarios corruptos se enfrentarían a graves consecuencias, incluido el aislamiento del sistema financiero de los Estados Unidos», señaló Sigal Mandelker, subsecretaria de Terrorismo e Inteligencia Financiera (Wikipedia).
Además de la Riviera Nayarita –una belleza en peligro de convertirse en el lugar de residencia de capos influyentes-, la entidad no solamente cuenta con historias de narcos y crimine organizado. También tiene una Miss que, no solamente es bella sino inteligente y por ello alcanzó una diputación federal, por supuesto, con el aval de Morena y ahora a sus 26 años y su 1.79 de altura, quiere ser la alcaldesa de Tepic, la capital del estado.
Es amiga del presidente López y muchos de sus detractores atribuían sus constantes visitas a la entidad para saludarla.
Más allá del chisme de vecindad, lo cierto es que preocupa la postura presidencial de investigar el caso del exfiscal, cuando todos los elementos de prueba confirmaron que estaba ligado al H-2, aunque un cártel de poca monta, sí importante por sus orígenes: los Beltrán Leyva.
¿Desde cuándo acá el Gobierno federal tiene preocupaciones por los detenidos, confesos, en cárceles de Estados Unidos?
Salvo en contadas ocasiones y por tratarse de casos verdaderamente fabricados, las autoridades mexicanas no se inmiscuyeron en tratar de salvar a los culpables según la justicia estadounidense.
Algo huele mal en Dinamarca, suele decirse cuando las cosas no son del todo claras.
Y sin duda, la probable “investigación” que le fue ordenada a Encinas tiene olor y no a gardenias.
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