*Todo Indica que Dirán Adiós a la Zozobra que los Tuvo en Vilo
*Son Casi 800,000 Jóvenes en su Mayoría Hijos de Mexicanos
*Pudiera ser que Muchos Estados Reformen sus Leyes a Favor
*Adiós a la Espada de Damocles que Pendía de un Pelo Anaranjado
Por Iván Ruiz Flores
Y un día de septiembre de hace poco más de dos años (2018) el sueño se desvaneció de la mano de un dizque mandatario que anuló el Programa de Acción Diferida para los que Llegaron en la Infancia que se había aprobado en Estados Unidos.
Ese día aproximadamente 800,000 “dreamers” en su mayoría de origen mexicano (DACA) que había puesto en marcha el anterior mandatario Barack Obama para proteger de la deportación a este segmento de jóvenes de entre 15 y 35 años, los indocumentados que ingresaron a aquella nación en su infancia (en su mayoría mexicanos) y que sólo conocen una patria: Estados Unidos.
Con la espada de Damocles pendiente sobre sus cabezas, sólo sostenida por un pelo de crin de caballo (color naranja), estos muchachos vivieron prácticamente todo el periodo presidencial del empresario metido a político.
Y todo porque el denominado Dream Act no ha sido aprobada, una propuesta de ley que permitiría la legalización a largo plazo de jóvenes indocumentados que se gradúan de la secundaria, tienen buena conducta y moral y llevan una cierta cantidad de años viviendo en el vecino país.
La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca abre innumerables expectativas sobre el asunto que si se hubiera aplicado la antigua doctrina Trump será el ejemplo de una de las mayores injusticias cometidas desde el poder presidencial en contra de personas vulnerables.
El rechazo a los migrantes, de parte de varios sectores de los Estados Unidos es una incongruencia absoluta (porque así surgió esa nación, con personas de diversas partes del mundo y escasos nativos) y en el caso de Trump era peor, porque sus abuelos ingresaron al país como inmigrantes alemanes.
Hasta hace poco, de acuerdo al excelente análisis de Pilar Marrero (“El despertar del sueño americano”. Penguin USA, 2012) en casi toda la Unión Americana “…los indocumentados deben pagar cantidades exorbitantes de dinero como estudiantes extranjeros. Algunos estados hasta han llegado a aprobar leyes que prohíben la tarifa reducida para indocumentados, como Arizona, Colorado, Georgia y Oklahoma. En Alabama ni siquiera se les permite la presencia en casas de educación superior; en Carolina del Sur tienen prohibido asistir a cualquier centro universitario –paguen lo que paguen– y en Georgia serán rechazados en centros que a su vez hayan rechazado a otros estudiantes calificados por falta de cupo en los dos años anteriores”.
Es posible, actualmente, con la llegada de Joe Biden muchos de estos absurdos que prevalecen se vayan modificando, sobre todo porque más o menos sólo son 11 los estados que han aprobado leyes en beneficio de los estudiantes: California, Nuevo México, Texas, Illinois, Kansas, Nebraska, Maryland, Nueva York, Utah, Washington y Wisconsin (aunque sin aval legal en la práctica, dice, “también incluye a los estudiantes de Nevada y Minnesota”.
Hoy la angustia de estos muchachos y de sus padres se transformó con la llegada del demócrata Biden que, todo indica es un hombre justo y poco dado a las venganzas, más bien dedicado a la solución de los problemas por la via sensata del dialogo y la concertación.
Si la situación cambia en el caso de los “dreamers” indirectamente México será uno de los beneficiados, al no estar esperando en qué momento sacan de Estados Unidos hacia la frontera mexicana a miles de jóvenes.