Sin Invitación…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Ser ignorado es, sin duda alguna, la peor de las acciones. Él está acostumbrado a que todo mundo le rinda. Incluso, sus colaboradores deben agachar la cabeza cuando pasa frente a ellos. Es su Majestad sin tener sangre azul en las venas.

Aunque trata de justificar su no ida con que ha decidido salir poco.

Que se sepa nunca antes viajó más allá de las fronteras mexicanas a excepción de su “programada” visita a Roma para “saludar al Papa Francisco”.

Por supuesto fue en la Plaza Pública, porque no recibió tampoco invitación para una reunión privada.

Reconocer públicamente que “no tengo invitación y he decidido salir poco, desde que estoy en la presidencia sólo he hecho un viaje a Washington porque era muy importante que se iniciara lo del tratado de libre comercio”.

La oficina de Protocolo de la Casa Blanca decidió no invitar al presidente mexicano a la toma de posesión como Presidente de los Estados Unidos de Joe Biden. No es un trato digno para el país. Se deja sin invitar a los enemigos, los adversarios, los bananeros, pero no a quien encabeza el gobierno de una nación como la nuestra. Le pagan con la misma moneda sus desaires.

¡Cómo osan dejar sin invitación al presidente de México!, seguramente fue la exclamación en la Cancillería, en donde el titular, Marcelo Ebrard, parece no haber cumplido con su trabajo de establecer los puentes entre el hombre que gobernará la potencia más importante del mundo a partir del próximo día 20 y su jefecito.

El habitante de Palacio Nacional señaló que los embajadores tienen la representación de México en el exterior, aunque pareció olvidar que la diplomática Martha Bárcena renunció a seguir en el cargo con sede en Washington, la joya de la corona.

Para el presidente López hay y habrá buena relación con Joe Biden. “No podemos ser vecinos distantes, tiene que haber una política de buena vecindad por muchas razones, no hay problemas con el gobierno de Estados Unidos y les deseamos que les vaya muy bien, que le vaya muy bien a su pueblo”. Quién sabe si se haga realidad la distancia entre vecinos después del trato que le dio cuando ganó las elecciones a su amigo Donald Trump, el hombre que puso en jaque a la democracia más sólida del mundo. Ordenar a sus fanáticos tomar el Capitolio no tiene precio.

Como es su costumbre, raspó a los todos los expresidentes por sus constantes viajes al extranjero  y los gastos onerosos durante sus estancias en otras naciones.

Acostumbrado a la barbaca de Santiago, los huaraches con bistec, los tacos de carnitas, le resulta inaceptable que sus antecesores ingirieran paté de ganso, salmón con costra, lechón a la leña, setas negras y bebieran vinos de cosecha 5 estrellas.

Además, durante su pasada campaña “vivió en su auto” y ello no tiene “precio” comparado con los hoteles George V, de París, el Palace, de Madrid, el Danieli, de Venecia, el Excelsior, de Roma ente otros.

No sé si el presidente se acostumbró a la pobreza y por eso la quiere repartir o todo es una fachada. Porque vivir en el Palacio Nacional y caminar por sus enormes jardines que ya rebautizó, no cualquiera.

En fin: no irá a Washington por una sola razón: no lo invitaron. Y punto final.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.

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