Por Arturo Lino Guzmán
El anuncio del nombramiento de 11 nuevos Pueblos Mágicos realizado la semana pasada por el Secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, viene a dar vitalidad –que tanta falta le hace- a la estrategia de esta administración en materia de turismo, ya que este programa, implementado en 2001 en el gobierno del panista Vicente Fox, continúa como la estrella del sector y se mantiene posiblemente como el más exitoso de los de hasta ahora implementados.
Las nuevas localidades con la denominación de Pueblos Mágicos, se suman a los 121 existentes para hacer un total de 132. En sí es una decisión acertada en lo económico, porque cientos de miles de habitantes de esas ciudades, se verán beneficiados, ya que está comprobado que los destinos crecen en su afluencia turística más de 10 por ciento al entrar al programa; pero también -para algunos suspicaces- la incorporación de esas localidades a la marca, genera dudas ya que, al parecer, tiene propósitos electoreros con la idea de crear un ambiente favorable para el gobierno actual y dar buena impresión para mantener una clientela política, como sucedió en el cierre de la administración de Felipe Calderón Hinojosa cuando 35 consiguieron la distinción, en vísperas de la elecciones presidenciales con la finalidad de favorecer a su entonces partido.
Seguramente en Isla Aguada, Campeche; Zempoala, Hidalgo; Ajijic, Jalisco; Tonatico, Estado de México; Paracho, Michoacán; Mexcaltitán, Nayarit; Santa Catarina Juquila, Oaxaca; Tetela de Ocampo, Puebla; Santa María del Río, San Luis Potosí; Maní y Sissal, Yucatán, sus habitantes tendrán muchos motivos para estar contentos, pero también tienen el compromiso de mantener la denominación por lo que deberán hacer esfuerzos adicionales para mantenerse dentro del esquema.
Llama la atención que no se habló de presupuestos para este programa que hasta 2018 contaba con recursos de 6 mil millones de pesos, que fueron eliminados al entrar el gobierno de la 4T, además que se redujo el presupuesto de la Secretaría de Turismo para el próximo año y sin los apoyos federales necesarios, los gobiernos estatales se ven en la necesidad de establecer acciones específicas para atender estos pueblos y dirigir recursos adicionales para el mantenimiento de la infraestructura adecuada, así como dar condiciones óptimas de servicio a los turistas. Cabe destacar que el recorte presupuestal que sufrieron los estados por parte de la federación también tendrá efectos para consolidación del programa.
El titular de Sectur, quien participó de manera virtual desde su confinamiento -porque informó hace varias semanas estaba enfermo de Coronavirus-, estableció que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) destinó más de siete mil millones de pesos para 41 ciudades con vocación turística, entre ellas Mexcaltitán que, con una imagen renovada, recupera ahora el nombramiento de Pueblo Mágico que había perdido.
Es conveniente poner a consideración que los siete mil millones de pesos que se destinaron a obras por parte de Sedatu, forman parte del presupuesto de esa dependencia y no necesariamente están directamente en el esquema del programa y el desarrollo de los Pueblos Mágicos. Miguel Torruco menciona que son 41 ciudades con vocación turística los favorecidos, pero no explica cuántos son los pueblos dentro de la marca han sido los beneficiados por etsa dependencia.
El funcionario afirmó que hablar de los Pueblos Mágicos es remitirnos a localidades que guardan una enorme riqueza cultural y natural, conformada por un mosaico de folclor, arquitectura, tradición, lenguas, gastronomía, artesanías y biodiversidad, que dan identidad a México.
Reiteró que, acorde con una visión socialmente integradora, el turismo hoy se transforma y los Pueblos Mágicos dejan de ser un programa de fomento exclusivo de la Secretaría a su cargo, para asumirse como una alianza nacional, que amplía los mecanismos de acceso a diversos programas del Gobierno Federal.
“Con ello, México tiene ahora 132 Pueblos Mágicos, que han iniciado un proceso de transformación para consolidarse como destinos de primera calidad y situarse, cada vez más, en la preferencia de visitantes nacionales y extranjeros”, externó.
El secretario Torruco Marqués subrayó que uno de los objetivos principales de Sectur es la promoción, comercialización y mejoramiento urbano de los Pueblos Mágicos, por lo que se han generado importantes alianzas con la iniciativa privada y se trabaja en la conformación de una estrategia de digitalización turística que los proyecte internacionalmente.
A su vez, el Subsecretario de Calidad y Regulación de la Sectur, Humberto Hernández Haddad, dijo en su intervención que el programa ya no cuenta con subsidios ni dádivas, para que los pueblos se desarrollen en un clima de competencia y eficacia, por lo que deben ser autofinanciables.
Y efectivamente, el nombramiento favorece a la localidad en su conjunto, a todos sus habitantes y son los empresarios quienes deben invertir más en sus negocios, pero también al gobierno federal le corresponde apoyar con recursos a los municipios que merecen autonomía y que sean sus pobladores, a través de sus consejos ciudadanos, quienes vigilen que los presupuestos asignados se apliquen en los proyectos u obras que permitan mejorar sus ciudades, en el entendido que un importante número de presidentes municipales son de extracción de Morena y la honestidad –se supone- no estará en duda, porque de otra manera se puede pensar que no se quiere favorecer a aquellos que no son o forman parte de la simpatía del actual gobierno.
Cierto es que el programa se mantendrá y consolidará ahora que aquellos pueblos con denominación de Mágico, tendrán acceso a los diversas acciones del gobierno, pero para los mal pensados, esa es una forma de control político, para mantener condicionados a un gran número de mexicanos.
La pregunta entonces sería: ¿Por qué no se incluyeron estados del norte en estos nuevos nombramientos?.
Es sólo una inquietud.