Por Arturo Lino Guzmán
A casi mes y medio de terminar este complicado, sufrido y desastroso año en cuanto a salud, economía y política se refiere, ya nada nos sorprende, en especial en el sector turístico que se encuentra en condiciones difíciles, porque la pandemia detuvo bruscamente la marcha de la actividad turística que, hoy trabaja a entre 30 y 50 por ciento de su capacidad, ya sean hoteles, restaurantes y empresas de servicios turísticos.
Recién hicimos la semana pasada un viaje por Morelia, Michoacán y semanas atrás visitamos la Riviera Nayarit y ahí constatamos que todo cambió para el turismo y aunque resulte trillado decirlo, ya nada es igual a raíz de la pandemia, pues si bien no está del todo perdido, las previsiones de recuperación, los alcances y proyectos que se tenían contemplados quedan invalidados por la situación que ya es desesperante.
Las cosas desde hace más de siete meses, con la aparición del Covid-19, no han tenido el mismo efecto y han obligado a suspender los eventos turísticos más importantes en el mundo, con pérdidas incalculables y cambio de perspectivas o políticas públicas, pero en el caso de los empresarios, se ha llegado a la suspensión de inversiones o cierre de negocios, pero también se observan afectaciones a la aviación, como sucede con Interjet y a varias aerolíneas en México que han tenido que buscar el respaldo internacional para sobrevivir.
En nuestro país, la emergencia sanitaria obligó a que el Tianguis Turístico, a celebrarse en Mérida, Yucatán en abril de 2020, se pospusiera inicialmente a septiembre, pero como las condiciones no estaban dadas para un evento presencial por el número de asistentes, se decidió reprogramarlo a marzo de 2021 y realizar un Tianguis virtual en el noveno del año.
Apenas hace una semana se volvió anunciar que el máximo acontecimiento de turismo en el país, se llevará a cabo hasta septiembre del siguiente año, en virtud que la pandemia no cede y los tour operadores de los países europeos, no están en condiciones de viajar, por lo que sería un gran riesgo para más contagios en nuestro territorio.
También, como informamos oportunamente, se suspendieron el Congreso de Turismo de Aventura que organiza la AMTAVE (Asociación Mexicana de Turismo de Aventura); la Feria de Turismo de Aventura (ATMEX), en La Paz, Baja California Sur; el Tianguis de Pueblos Mágicos en San Luis Potosí y la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, Jalisco, por citar algunos de los más relevantes, mismos que se efectuaron en la modalidad virtual.
Es difícil saber qué nos espera, en cuanto a turismo se refiere, en lo que resta del año y el que ya está prácticamente –como coloquialmente decimos los mexicanos- “a la vuelta de la esquina”, pero el esfuerzo que realizan autoridades locales y la iniciativa privada son considerables para evitar la caída en vertical del sector.
Desafortunadamente no todo es miel sobre hojuelas y lo decimos porque la aerolínea Interjet, de la familia Alemán Velasco y Alemán Magnani, una de las que mejor servicio prestaba hasta hace un año, sí va en picada y su salvación depende de quién quiera entrar a su rescate, pues los adeudos son elevados. Tan sólo al SAT deben de impuestos 3 mil millones de pesos, otros 3 mil millones de pesos son de adeudos por turbosina a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y para colmo deben salarios a sus trabajadores por varios millones de pesos. La pregunta inmediata sería si el gobierno le gustaría quedarse con la empresa y estatizar ese negocio.
MORELIA, DESTINO SORPRENDENTE
Hemos hablado y reconocido la labor que prestan funcionarios municipales que trabajan conjuntamente con los empresarios locales y esto lo decimos porque el Secretario de Turismo de la Ciudad de Morelia, Roberto Monroy, junto con su excepcional equipo integrado por Karla Galindo, Karina Escoto y Lucero García, realizan una incansable actividad, pese a la pandemia, para prepararse y dar a conocer los atractivos turísticos que tiene la ciudad.
Con mil 200 inmuebles en el Centro Histórico, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hoy la comunidad turística de Morelia hace lo necesario para atraer a los visitantes de los segmentos de cultura y gastronomía, pues esta ciudad, fundada en mayo de 1541 hace 479 años, tiene una historia sorprendente y es de una belleza sin igual por ese toque que le da la cantera rosa y a eso apuestan sus autoridades junto con los empresarios a reactivar con más fuerza el turismo ya que, como se sabe, el sector sufrió una caída sin precedentes en el estado y principalmente su capital desde 2008 por razones de la Influenza y por la inseguridad.
A los michoacanos les ha llevado más de seis años recuperarse y hoy, precisamente en la gestión del presidente municipal, Raúl Morón Orozco y del titular de Turismo, están en el camino correcto, dando a conocer aquellos lugares y sitios que luego pasan desapercibidos y que tienen una trascendencia fundamental en el desarrollo de la vida cotidiana de la capital.
Los visitantes, luego del confinamiento, ya llegan en importantes cantidades a la ciudad capital de Michoacán y en la actualidad se encuentra a cerca del 50 por ciento de ocupación hotelera y los servicios funcionan con estrictas medidas de seguridad sanitarias para evitar contagios en los hoteles, restaurantes, transportes, empresas de servicios turísticos.
Hay tanto por ver y de que hablar en este impactante destino, en donde además se brinda calidad en los servicios, con guías de turistas certificados que llegan a la excelencia, encabezados por Débora López, que es una enciclopedia abierta y una garantía de que se disfrutará mejor a la antigua Valladolid y aderezado con los espléndidos platillos de la cocina michoacana en los diferentes restaurantes, encabezados por la chef, Cinthya Martínez.
