Las dos terceras partes de los franceses sometidos al toque de queda, Irlanda y Gales confinados, récords de contagios en Francia y Alemania muestran que la situación es «grave» en Europa, nuevo epicentro de la pandemia, superando al continente americano
Francia registraba en agosto 10 casos confirmados por cada 100 mil habitantes, y ahora la incidencia acumulada en los últimos siete días ha subido a 251.
Además, ayer registró un nuevo récord de 41 mil 622 contagios e un día, que eleva a 999 mil 043 el número total de casos desde el inicio de la epidemia, mientras que el de muertos alcanza los 34 mil 210, de ellos 165 en el último día.
«Digamos las cosas claras. La situación es grave», dijo ante la prensa el primer ministro francés, Jean Castex, que subrayó que «la segunda ola» ya ha llegado y se observa un avance rápido en toda Europa.
En ciudades como París el toque de queda entró en vigor el pasado 17 de octubre. Desde entonces, a nivel general, las fuerzas del orden han efectuado 32 mil 033 controles y han puesto 4 mil 777 multas por incumplimiento.
En Alemania, uno de los países más afectados por el coronavirus en Europa después de España, Francia, Reino Unido e Italia, registró un récord diario de contagios, con 11 mil 287 casos nuevos, y supone casi el doble de la cifra máxima en la primera ola de la pandemia en Alemania, alcanzada el 28 de marzo. El gobierno también calificó como «grave» la situación.
Por suerte o eficiencia, Alemania había sabido protegerse de la pandemia hasta ahora: mantenía las nuevas infecciones diarias por debajo de 6 mil, evitó la saturación de sus hospitales e incluso acogió decenas de pacientes procedentes de Italia, Francia o Bélgica.
Ahora, la canciller Angela Merkel se limita a apelar a la responsabilidad individual e invita a la población a «quedarse en casa» en la medida de lo posible.