Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México, afirmó que dependerá de toda la ciudadanía de la capital pasar a un mejor color en el semáforo epidemiológico por COVID-19, y dejó en claro que no está descartado regresar al color rojo.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, López Arellano confirmó que, en los últimos once días, hubo un ligero incremento en las hospitalizaciones, lo que ubicó a la Ciudad de México en semáforo epidemiológico naranja con alerta.
“Se confirma ese cambio en la tendencia de hospitalizaciones con un incremento no muy grande, pero sí un incremento que modifica la tendencia gradual al descenso que había estado teniendo en semanas previas”, dijo.
“Tenemos once días con un cambio en la tendencia, es ligero pero es un cambio. Junto con el resto de indicadores que monitoreamos nos está alertando a redoblar esfuerzos e invitar a la población a que no baje la guardia, que tenga muy claro que la pandemia sigue, que hay actividad intensa de la epidemia en la ciudad”, aclaró.
López Arellano subrayó que en los últimos once días hay un incremento en la ocupación de camas generales del 41.5 al 43 por ciento, por lo que “esto rompe la tendencia de meseta-descenso”, además de que manifestó su preocupación de cara alas celebraciones de Día de Muertos y de la Virgen de Guadalupe.
La titular de Salud capitalina adujo que la hospitalización general en la Ciudad de México se encuentra en una ocupación del 43 por ciento y un 34 por ciento en camas por ventilador.
El exceso de mortalidad en la capital es se encuentra en 27 mil defunciones por todas las causas.