*Pide 4T Mayor Inversión Nacional y Extranjera, Pero sin Apoyo Empresarios Desconfían
Por Miguel A. Rocha Valencia
Para que haya recuperación económica es necesaria la inversión y dependiendo del volumen de ésta será la rapidez con que México regrese a los niveles ya de por sí bajos y recesivos de 2018, donde se contabilizaban cuatro trimestres de crecimiento cero.
El gobierno ya dijo que no va a invertir en apoyos a empresas, pero sí regalará cerca de 700 mil millones de pesos en programas sociales, de los cuales 300 mil se canalizarán a través de organismos o programas no auditables pues ni siquiera cuentan con reglas de operación.
Tampoco invertirá en obra pública aunque si respaldará a través de la banca de desarrollo al menos 13 proyectos constructivos que tendrán menos de 300 mil millones de pesos por parte de la iniciativa privada.
En esos proyectos están los de “siempre”, los mismos que colaboraron con la anterior mafia en el poder y que según el tlatoani olmeca, sangraron a las más pobres y al gobierno mismo al quedarse con el usufructo de las obras por varias décadas.
Porque detrás de las obras que se hagan, algunas en ejecución, está no sólo la concesión de los trabajos como el Tren Maya, sino la edificación misma, ya sea de maneras directa o con trabajos complementarios que incluyen estaciones, comercios, hoteles y demás infraestructura.
Esa fue una de las cuestiones que mencionó el Oráculo de Palacio para la cancelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco y acusó al mismo Carlos Slim de ser uno de los mayores beneficiarios del cancelado proyecto. Hoy le vuelve a entregar concesiones a cambio de que invierta.
Claro que es una contradicción de López, pero urgido como está el gobierno de capitales sustitutivos a la inversión, afloja las tuercas a los que antes condenó y exhibió ante la opinión pública en varias mañaneras.
Pero el daño está hecho; la mayor inversión que cubra los dos billones de pesos que se necesitan para tapar los huecos de la inversión que se fue y se necesita para una recuperación rápida, para que al menos en dos años se alcancen niveles del 2018, no va a venir.
Incluso a nivel de la Ciudad de México sufren por lo mismo. Durante los foros organizados por la Coparmex donde participan especialistas, empresarios, legisladores y demás, queda claro que el tema es desconfianza en las políticas públicas que pueden moverse no de manera institucional, sino con un simple gesto del caudillo de Macuspana.
En ese entorno, el negociante y encargado de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, le llevó a López un ramillete de posibles inversiones que serán un mejoralito para curar un cáncer. Los mismos personajes que aparecieron en la foto, podrían comprometer más de los 300 mil millones ofertados, pero no lo hacen ante el temor de que más adelante “por mandato del pueblo”, les cancelen y los dejen sin chamba, sin utilidad en la inversión y sin proyecto.
Eso significa que la 4T tendrá que buscar alternativas; los de afuera no van a venir a arriesgar sus capitales, desconfían del manejo político de las leyes y compromisos internacionales y mientras eso subsista, quienes pagamos los platos rotos de la cuarta, somos todos los mexicanos.