Por Alberto F. Mena Mallen
Con el cambio que todos los mexicanos queremos y que encabeza pésimamente el actual presidente López Obrador con su 4T, habrÍa que pensar también en ajustar a las legislaturas, tanto de diputados como de senadores en sus dos niveles de gobierno y, de pilón en los cabildos de los ayuntamientos.
Una propuesta que puedo llamar legislativa-universitaria, podria analizarse para ver la posibilidad de que, así como ya tenemos la paridad de género, -50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres-, podriamos tener en lugar de los candidatos plurinominales, -que ya andan desapareciendo y que aun no terminan de irse en el poder legislativo- pensar en la posibilidad de que en lugar de los pluris, lleguen universitarios de todas las casas de estudio de nivel superior del territorio nacional, tanto públicas como privadas.
Veamos, se podría abrir la convocatoria para que quienes deseen participar en política y particularmente en las cámaras legislativas, puedan registrarse directamente en el INE, con el requisito de que sean titulados, sin o con experiencia en sus ramas, lo que permitiría ir modernizando la política nacional y que también exista un profesionalismo en el trabajo de los representantes del pueblo.
Asì se les quitaría a los partidos políticos el dominio de tener que registrar a sus cuates y amigos o a quienes tengan algunos problemas con la justicia para burlarla, aunque, si hay alguno que cumpla con los requisitos que se implementen, pues habría que darle cabida.
Esto formaría una bancada más dentro de este poder, ya que se podría nombrar a un representante de todos ellos, para que sea un contrapeso para las fracciones de los citados institutos políticos.
O en su caso, si alguno de los universitarios titulados desea pertenecer a algún partido político registrado dentro de la misma cámara, tendría esta opción de acomodarse en el mismo, lo que permitiría una lucha por tener más integrantes dentro de la cámara de diputados o senadores, según sea el caso.
Al incluir obligatoriamente a profesionistas en las cámaras de diputados y de senadores, que también son del pueblo, podría iniciar un cambio para bien del poder legislativo y al ser más jóvenes, su forma de pensar es diferente a quienes ocupan con muchos años los escaños actuales,
Se ha criticado mucho el hecho de que quienes llegan a este poder son los mismos de siempre, por lo que se hace necesario renovar los cuadros de políticos y de legisladores que permita que las Cámaras se modernicen en la era de las nuevas tecnologías, donde los jóvenes son expertos en las mismas.
Sería una etapa de transición, donde convivan los viejos con los jóvenes, quienes deberán aprender de la experiencia de quienes la han adquirido siendo diputados y despues senadores y muchas ocasiones senadores y depués diputados y ahora con la reelección, pues dificilmente se podrán cambiar los cuadros de dichas legislaturas.
Aunque ya existe un reglamento interior donde se establecen todos los procedimientos y requisitos que deben de cumplirse, no existe dentro del mismo algo que señale que debe haber legisladores con título universitario y menos que sean ellos los que encabecen comisiones y comités para evitar errores, dislates, que en ocasiones tienen que remendarse por la inexpriencia de muchos de ellos.
Hay que recordar que cuando se erigió el primer congreso de la Ciudad de Mèxico, hasta se rifaron las candidaturas dentro de Morena, con lo que pudieron llegar a ocupar la casona de Allende, amas de casa y algunos otros ciudadanos sin experiencia legislativa y ello, con el propòsito de que el pueblo estuviera representado en dicha legislatura local, lo que ha generado multitud de problemas en su operación, por el desonocimiento de quienes llegaron sin nada de sapiencia del ámbito legislativo local. Y quienes conocen, se aprovechan de las circunstancias para sus propósitos.
Habrá que recordar que el poder legislativo ya está màs podrido que una manzana, están pervertidos, ya que echan a andar menjurjes en el chapulineo para lograr sus propósitos de grupo o partidistas, lo que debe desaparecer y que realmente quede asentado que los movimientos que se realizan sirvan solo para beneficiar al paìs o a su población.
Además, los mexicanos tienen un gran desapego a lo que es el sistema de partidos polìíicos, ya no les creen, debido a que han buscado más su beneficio que el que les señalan las leyes. De acuerdo a la encuesta de MITOFSKY sobre partidos políticos en México; los ocho partidos con registro tienen mala imagen; solo uno de cada ocho mexicanos confía en general en ellos; solo uno de cada tres dice que son necesarios; solo uno de cada 10 los cree honestos.
Con el desprestigio en sus espaldas, los candidatos a elección popular en nuestro país, andaràn de brinco en brinco en todo el territorio nacional, muchos de ellos utilizarán las redes sociales y las reuniones en streeming para allegarse votos, ya que la misma poblaciòn evitará acudir a las reuniones que convoquen los partidos o candidatos, a menos de que se les ofrezcan algun incentivo.
Si ya el Poder Judicial Federal anunció una reforma que denominó “con y para el PJF”, iniciativa que analizará el Senado de la Repùblica y que parte de un diagnóstico profundo y autocrítico que busca modernizar y acercar la justicia federal a la ciudadanía, con mayor sensibilidad social y humana, más eficiente y eficáz.
El Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, Arturo Zaldívar, destacó que esta Reforma tiene un sentido de urgencia, porque es indispensable recuperar el tiempo perdido y lograr una justicia más moderna y al alcance de toda la población.
Ante ello también es urgente que se modernice al poder legislativo porque conforme avanza el tiempo, tanto los diputados como los senadores tendrán un mayor desprestigio que el actual. Se ha dicho que se pretende eliminar 100 diputados y 32 senadores plurinominales para permitir un ahorro en los recursos públicos,
Pero sería más conveniente que se analizara la posibilidad de actualizar dicho poder para que esté a la altura de estos tiempos.
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