*Vaticinios y Presagios se Están Siendo una Realidad
*Mientras Prevalece el Voluntarismo y el Empecinamiento
*Y la 4T Carece de Cimientos, Sustancia y Rumbo
*La Serie de Agravios Trasciende la Postura Política Critica
*Con Aroma Electoral Todas las Acciones y Reacciones
*Cerrado el Diálogo y los Partidos Siguen en Rehabilitación
*Y Aparecen Liderazgos Sociales con Buena Convocatoria
Por Alejandro Zapata Perogordo
Por el lado que se le quiera ver, la situación pinta mal y para el colmo, tampoco se percibe que las cosas vayan a mejorar, por el contrario, todo indica que se pondrán peor. Los efectos ya se dejan sentir, la vida nos cambió y estamos convencidos de que el temporal se hubiera podido paliar con un manejo adecuado evitando así las desastrosas consecuencias que ahora padecemos, lo que nos ha producido un verdadero enojo.
Los vaticinios y presagios se volvieron realidad, se negó rotundamente a escuchar razones, se ha empecinado en llevar a cabo acciones cobijadas con el pretexto de la cuarta transformación, que dicho sea de paso, carece de cimientos, sustancia y rumbo, es una amalgama de ocurrencias que van de un extremo a otro, sin ningún sentido de integralidad, algunas de ellas se perciben sacadas de la manga para salir al paso, lo cierto es que no traen contenidos ideológicos simplemente una visión unilateral decorada con un exacerbado maniqueísmo.
Ante ese panorama, han comenzado a surgir los síntomas de un malestar al padecer los estragos de cuestionables decisiones, al principio con voz tibia la oposición tomó la bandera hizo algunos señalamientos sin mayor eco, no obstante, al crecer el desencanto se extienden las protestas ahora por conducto de organizaciones y grupos sociales.
Se han conjuntado una serie de agravios que trascienden de una postura política critica a un movimiento social, apartado de los Partidos Políticos, sin embargo, representan un sentimiento ciudadano real, autentico y compartido con los institutos formales de oposición, aunque cada uno por su lado.
Cabe apreciar que están en puerta los procesos electorales y cualquier acción o reacción que se haga indefectiblemente tiene ese aroma. Tampoco se debe pasar por alto el tránsito de una crisis política; el diálogo se encuentra cerrado; y los Partidos Políticos siguen en etapa de rehabilitación, uno de sus grandes retos es recuperar la confianza ciudadana y eso solo se puede lograr con apertura, congruencia, candidatos honestos y propuestas atractivas.
Mientras ello ocurre, aparecen liderazgos sociales con buena convocatoria aprovechando la coyuntura y sin etiquetarse, canalizan el descontento social, exhiben y enfrentan al Presidente mediante acciones de protesta, toman las calles o lo confrontan con desplegados, son acciones de resistencia civil provocando la ira de un gobierno intolerante y seguramente represor.
Ese esfuerzo ciudadano contribuye a la concientización social, al fortalecimiento de la cultura y valores democráticos, a la reflexión, al descubrimiento de liderazgos, pero difícilmente podrá cambiar el estatus quo del régimen.
No obstante, lo anterior también constituye un acicate para los Partidos Políticos de oposición, pues se ven rebasados por la sociedad y obligados por las circunstancias a ponerse a la altura necesaria a efecto de responder a las exigencias ciudadanas.
Ahí es donde se requiere su participación, que sean verdaderos instrumentos ciudadanos, ya que la única manera de corregir los errores es contener al régimen por la vía de las urnas y, esa posibilidad pasa necesariamente por los Partidos Políticos, en tanto que los movimientos sociales no podrán conseguir los cambios que abanderan desde la trinchera de la protesta y, los institutos políticos si continúan encerrados en su burocracia pensando en capitalizar el enojo de la gente para obtener votos, serán rehenes de la resignación y estarán traicionando su finalidad de ser un instrumento ciudadano, en momentos cruciales.
Las partes deben entender que la revitalización de la política es elemento esencial para la transformación, por ello el poner énfasis en la necesidad de establecer canales de participación y manifestación social, se vuelve una indispensable premisa para la salvaguarda de la democracia, las libertades y el desarrollo.